El paro del sindicato de los trabajadores municipales tentó, como de costumbre, a los que promueven contravenciones. Los afectos a las picadas de motos son un ejemplo, y este martes se convocaron por las redes sociales para medirse en velocidad, pero les salió mal. Un operativo policial con agentes de tránsito –que se sumaron después de la medianoche, ya finalizada la medida de fuerza– desactivaron la convocatoria que, ante el aviso de que estaban sobre ellos, cambiaron de ubicación. Bloquearon a los fierreros, primero, en la zona conocida como El Serrucho, sobre avenida Carrasco y calle Castagnino, sitio original del convite. Y luego, otra vez, en el parque Scalabrini Ortiz, donde mudaron la actividad. Una carrera contra el tiempo con información detectada en las plataformas digitales.
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Policías y agentes de tránsito remitieron seis motos al corralón en la segunda ubicación. “Se van a realizar las presentaciones judiciales correspondientes con toda las informaciones necesarias”, explicó a El Ciudadano Gustavo Adda, titular de la Dirección General de Tránsito municipal. Y agregó: “No se puede naturalizar esto porque en el país hay 25 muertes diarias por accidentes de tránsito”.
Adda recordó que en el último tiempo, con el apoyo de la Justicia, se desactivaron definitivamente las picadas en uno de sus sitios históricos, en la esquina de bulevar Oroño y Lamadrid. “Allí hubo detenidos y se entendió que esto no es un juego, es un delito”, concluyó el funcionario.
