El sonido de lijas, serruchos y martillos invade una de las aulas de la Escuela de Gerontología Dr. Marcos Beresovsky. Es un espacio de paredes blancas con una enorme ventana por la que se cuela la luz del sol otoñal. Un grupo de mujeres ‘+60’ se distribuye por el espacio reparando una pared con pequeños huecos, serruchando unas maderas, preparando telas para tapizar sillas y aprestando un taladro, mientras otras martillo en mano acomodan el asiento de una silla.
Son parte de las 12 asistentes al taller de Mantenimiento y Reparación del Hogar que se dicta en la institución municipal. El espacio está dirigido exclusivamente a mujeres que aprenden electricidad del hogar, tapicería, reparación y reciclado de muebles, fabricación de muebles para el hogar, reparación y mantenimiento de mampostería y pintura.
Gloria Aranda es la responsable del dictado de este novedoso taller. Esta docente de matemáticas, decoradora, con una extensa formación y práctica en reparación hogareña explica que “el principal objetivo es animar a las mujeres a resolver los problemas de su casa con creatividad y economía”.
A lo largo de generaciones las mujeres han sido desplazadas de este tipo de tareas y suelen quedar vulnerables a los designios de personas, muchas veces poco idóneas, no pudiendo siquiera tener un criterio para evaluar lo que se les ofrece para solucionar la necesidad específica que tienen, o bien no cuentan con los medios necesarios para pagar los costes de estos servicios. A partir de estas premisas, el taller recorre todos los temas empezando cada uno de ellos literalmente desde cero, valorando principalmente los saberes que ya traen las mujeres de otros espacios de trabajo y aplicándolos en cada desafío a resolver.
En este sentido, Aranda destaca: “A partir de este reconocimiento del valor de sus aptitudes, se acercan a ellas herramientas eléctricas y manuales -a las que nunca han accedido por prejuicios propios y ajenos- y comienza un nuevo camino de descubrimiento de la potencialidad que hay en aprender a reparar sabiendo todo lo que pueden hacer con ellas”.
La docente refiere la alegría que produce en estas adultas mayores este descubrimiento. “Para las cursantes conocer cómo usar un taladro, cortar, reciclar, les permite volverse independientes en el criterio de cómo solucionar problemas con los que conviven en sus casas y que han postergado por mucho tiempo”, afirma.
El Taller de Mantenimiento y Reparación del Hogar también es un puente para ir más allá de las reparaciones hogareñas pues articula con organizaciones sociales intermedias. En el marco de las tareas de aprendizaje de reciclado de muebles y tapicería, se vinculan con el Ejército de Salvación que les cede muebles para ser reparados y reciclados, de modo tal que esta organización pueda hacerlos llegar a quienes los necesitan pero puestos a nuevo.
Este carácter solidario del taller lleva a que, una vez finalizado, todos los saberes adquiridos se vuelquen en una acción solidaria que se traduce en una intervención en un espacio público u organización sin fines de lucro que requiera de este tipo de servicios.
Aprender para no depender
Elcira es abuela y hace lámparas en vitraux que comercializa en la Feria del Bulevar. El cansancio de tener que recurrir siempre a terceros para completar el armado eléctrico de sus lámparas la llevó a asistir al taller de Mantenimiento y Reparación del Hogar. Hoy no sólo diseña sus lámparas y las arma pieza a pieza sino que también las provee del sistema eléctrico.
“Se aprende en el taller, y te liberás de depender de otra persona, de no saber cuánto deberás pagar. Lo hacés vos”, dice con orgullo y una enorme sonrisa quien, con sus 68 años, se animó a los circuitos eléctricos y mucho más.
Victoria tiene 71 años y se define como «arregla tutti”. Con tono jovial relata que “la experiencia del taller es muy buena y el grupo funciona bien”. A esta mujer ‘+70’, con un alto sentido del trabajo solidario, le gusta realizar tareas de reparación y mantenimiento para la Escuela de Gerontología a partir de lo aprendido en el taller.
Victoria se ríe al contar que en este curso se animó a usar taladro, «un objeto extraño que se convirtió en una gran herramienta”, reconoce, así como la importancia de aprender a usar distintos artefactos para este tipo de tareas. “Hacer el taller es muy útil si a una le gustan las tareas de reparación y mantenimiento del hogar”, explica y luego cuenta, muy orgullosa, que desde que asiste al taller su marido dice: “Si hay un problema en casa, dejá que Victoria te lo arregla”.
Escuela de Gerontología municipal
La Escuela de Gerontología Dr. Marcos Beresovsky pertenece a la Dirección de Adultas y Adultos Mayores de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat de la Municipalidad de Rosario y ofrece a la comunidad una serie de cursos y talleres con el objetivo de lograr espacios de encuentro, socialización y aprendizaje. Se dictan en la propia Escuela de Gerontología, en el Parque a la Bandera y en los centros de Actividades para Adultas y Adultos Mayores (Caiam) a cargo de profesoras y profesores especializados.
Talleres anuales y de idiomas dictados: Ágilmente, Ajedrez, Aprendiendo a dibujar, Coro, Danza Popular y Folclórica, Estimulación Cognitiva, Expresión Corporal, Introducción al arte, Gimnasia para la salud, Guitarra, Literario, Mandalas, Manualidades, Memoria, Pintura, Pintura de Cuadros, Porcelana Fría, Puesta en escena y producción teatral, Ritmos, Taichi, Tango, Teatro, Yoga y Newcon son parte de las numerosas actividades que se llevan adelante. Las mismas están orientadas a adultas y adultos mayores de entre 60 y 90 años, en promedio los asistentes tienen 70 años y son en su mayoría mujeres.
Rosario Cuida a Sus Grandes – Plan Cuidar
Estas actividades se encuadran dentro de las acciones para adultas y adultos mayores dentro del Plan Cuidar, y son llevadas a cabo a través del Programa Rosario Cuida a Sus Grandes, que pone el foco sobre esta población con un sistema de redes que involucra tanto a la Municipalidad como a organizaciones de la sociedad civil y voluntarias/os. Las acciones estratégicas se concentran en focos prioritarios: red de acompañamiento telefónico y digital, red de cuidados en domicilio, propuestas socioeducativas, culturales y recreativas presenciales y hogar de mayores.