La desaparición de un cuadro atribuido a Leonardo Da Vinci, que no es La Mona Lisa, conmociona e intriga al mundo del arte. Se trata de Salvator Mundi, un óleo de 45 x 66 cm, que data del año 1500 y representa a Jesús vestido con una túnica renacentista que hace un gesto de bendición con una mano y con la otra sostiene una esfera de cristal.
La obra fue adquirida en el 2017 por el príncipe saudita Badr bin Abdullah bin Mohammed bin Farhan al Saud, quien pagó por ella la friolera de 450,3 millones de dólares. La intención era exhibirla en el Louvre de Abu Dhabi, pero eso nunca ocurrió.
El enigma es cada vez más grande ya que empleados de esta sucursal del museo francés declararon al diario New York Times que no saben nada sobre el paradero de la obra, que había sido cedida para una exposición que debió ser inaugurada en septiembre del año pasado y que fue cancelada sin explicación.
Según el diario, el Departamento de Cultura y Turismo de Abu Dhabi se rehúsa a hacer declaraciones sobre el tema.
El informe del periódico sugiere que el cuadro podría encontrarse en poder de su propietario, el príncipe saudita que lo adquirió. De acuerdo con una fuente del medio neoyorkino, el cuadro fue llevado a Europa después de su compra.
Ahora, hay un completo hermetismo por parte de las autoridades del Louvre como del gobierno de Emiratos Árabes Unidos, que se niegan a hablar del asunto.
Dudas sobre su autenticidad
Para muchos, la noticia de la supuesta desaparición podría tratarse de una maniobra del Louvre para no tener que admitir de que la obra no es una creación del genio del Renacimiento.
La autoría del cuadro fue objeto durante mucho tiempo de debate en el mundo artístico. Para algunos especialistas, la originalidad de la obra no está lo suficientemente certificada y deslizan la posibilidad de que haya salido de las manos de algunos de los integrantes de su taller.