La Guardia Urbana Municipal clausuró ayer tres desarmaderos de automotores ubicados en la zona oeste de la ciudad que no tenían la documentación en regla de acuerdo con lo exigido oficialmente. Ahora, ya son diez los comercios de este rubro que fueron cerrados en apenas catorce días por la intervención de la dependencia municipal y la Policía rosarina. Los desarmaderos son el principal destino de los automóviles robados, explicaron desde la GUM, aunque aclararon que en los comercios clausurados ayer no se puede asegurar que la mercadería allí existente sea de origen ilícito, aunque sí es “dudoso”.
El primero de los procedimientos de ayer se desarrolló en un predio ubicado en Juan B. Justo al 2200, donde los agentes municipales comprobaron que el comercio funcionaba fuera de regla, ya que no contaba con la habilitación municipal correspondiente para desarrollar la actividad.
En ese lugar hallaron una importante cantidad de autopartes y partes de motocicletas que no presentaban la certificación correspondiente, tal como exige la normativa vigente. “En este caso nos encontramos con el propietario del lugar, una persona muy agresiva, que se negó a identificarse”, destacó el titular de la GUM, Mariano Savia, en diálogo con este diario.
El segundo allanamiento se realizó en Estados Unidos al 2500, donde el titular del establecimiento no pudo exhibir ningún tipo de documentación que lo habilitara a trabajar en la compra venta de autopartes. Además se comprobó que “debido a la gran cantidad de piezas acumuladas había avanzado casi dos metros sobre el espacio público”, indicó Savia.
Por esta razón, además de proceder a la clausura del local por la falta de la documentación reglamentaria, las autoridades radicaron una denuncia penal por “usurpación de espacio público”.
Resignado a la clausura
El último de los operativos tuvo lugar en Provincias Unidas y 27 de Febrero, con la particularidad de que los agentes de la GUM se encontraron con un propietario “resignado” a que le clausuraran el local.
“Nos informó que estaba esperando la inspección. Ya había visto en los medios de comunicación que veníamos realizando estos operativos y sabía que le iba a tocar, pero no lo quedaba otra opción que seguir trabajando”, comentó Savia.
En todos los casos, los desarmaderos no contaban con la habilitación municipal ni con la autorización provincial, que cuenta con un registro de los locales que se dedican al comercio de autopartes.
“No podemos asegurar que las piezas sean de procedencia ilegal, pero cuanto menos es de origen dudoso”, señaló Savia, quien anticipó que “continuarán este tipo de procedimientos para que los comerciantes se avengan a la ley y tengan la documentación en regla, ya que este tipo de locales despiertan mucha sensibilidad social por el tema de la inseguridad”. La semana pasada la GUM junto con la Policía rosarina habían clausurado otros siete comercios del ramo por idénticas razones que las detectadas en los operativos de ayer.