Un grupo de científicos desarrolló una nueva clase de disolventes que demostró su eficacia para actuar como un “imán” natural capaz de capturar y eliminar micro y nanoplásticos en los océanos, según una investigación publicada en la revista Scientific Reports.
El equipo liderado por Martin-Gatton de la Universidad de Kentucky (EE.UU.) desarrolló la utilización de los denominados disolventes eutécticos profundos naturales (Nades).
«El desafío de los micro y nanoplásticos en nuestro medio ambiente estuvo ganando intensa atención recientemente», dijo en un comunicado el profesor asociado del Departamento de Biosistemas e Ingeniería Agrícola, Jian Shi.
Explicó que «estas partículas diminutas, a menudo invisibles a simple vista, son restos de piezas de plástico más grandes descompuestas por la luz solar y el estrés físico. Su tamaño hace que sean muy difíciles de eliminar mediante métodos convencionales como la centrifugación o la filtración, que son ineficientes o demasiado costosos».
Los plásticos no se descomponen fácilmente, lo que genera enormes cantidades de residuos y con el tiempo se rompen en fragmentos más pequeños, consignó la agencia Europa Press.
Los más pequeños, los nanoplásticos, son tan diminutos que no pueden verse sin un microscopio, por lo que los convierte en un peligro importante, ya que pueden ser ingeridos por la vida marina y entrar en la cadena alimentaria humana.
«Piense en Nades como una especie de «imán» que atrae y retiene específicamente estas pequeñas piezas de plástico», dijo Czarena Crofcheck, profesora de BAE y coautora del estudio.
Las moléculas de los Nades pueden formar enlaces con las moléculas de los plásticos, un poco como funciona el velcro: un lado se pega al otro.
Esta propiedad hace que Nades sea particularmente bueno para agarrar y retener estas partículas de plástico.
También son únicos porque son eficaces y respetuosos con el medio ambiente porque están hechos de materiales naturales, lo que significa que no añaden más contaminantes al medio ambiente mientras limpian los existentes.
«Básicamente, los Nades se mezclan con el agua y se «pegan» a los plásticos, sacándolos del agua», contó Crofcheck.
Las moléculas de los Nades pueden formar enlaces con las moléculas de los plásticos, un poco como funciona el abrojo velcro: un lado se pega al otro.