Un cargamento de unos 400 kilos de cocaína que vale millones de dólares fue secuestrado en el interior de una lujosa camioneta en un garaje de Villa Gobernador Gálvez. El hallazgo de los 369 panes con la droga de máxima pureza se produjo en el marco de 11 allanamientos ordenados por la Justicia federal y tras una investigación que está a cargo del titular de la Fiscalía Federal 2° de Santa Fe Walter Rodríguez. Además de este secuestro, los investigadores de la Policía Federal incautaron una flota de vehículos, una embarcación, celulares y documentación contable. Cinco personas fueron detenidas, dos de ellas sindicadas como organizadoras de un grupo que actuaba a nivel internacional y distribuía los estupefacientes en la provincia como también en Buenos Aires. Según una fuente policial, la droga secuestrada tiene un valor de 11 mil dólares por kilo, que al ser estirada triplica su peso; se estima que el cargamento secuestrado asciende a unos 10 millones de dólares en el mercado nacional.
De acuerdo con voceros judiciales y de la fuerza federal, la investigación comenzó en septiembre de 2019 cuando personal de la Gendarmería Nacional tenía en la mira a una organización que participaba del tráfico de estupefacientes a nivel internacional y que operaba en varias localidades santafesinas.
La droga llegaba al país vía aérea y, según la fuente fiscal, se registró que al menos uno de los cargamentos se descargó en un campo en Larrechea, localidad del departamento San Jerónimo, en el centro provincial. Luego, la guardaban en galpones y garajes para luego distribuirlas a gran escala en varias camionetas BMW y uno de los destinos, además de las localidades santafesinas, era Buenos Aires.
A la pesquisa se sumó el personal del Departamento Técnico de Narcotráfico de la Policía Federal y de la División Antidrogas de Rosario de esa fuerza, desde donde identificaron a cinco sospechosos, dos como organizadores y los restantes como partícipes necesarios.
Los voceros indicaron que las identidades quedarán en reserva hasta la declaración indagatoria, pero trascendió que conforman un clan familiar que, si bien sus miembros tuvieron antecedentes penales, no estaba relacionado con el comercio de estupefacientes.
En ese sentido, la superintendenta de Drogas de la Policía Federal Inés Martínez resaltó en una conferencia de prensa que dio este viernes a las 16 en la sede de la fuerza, en avenida Francia 1293, que lo exitoso de este procedimiento fue tanto el secuestro de la droga como también que en este año y medio de pesquisa no se filtraran los nombres de los principales sospechosos. También precisó que de los apresados, dos son transportistas de granos y un tercero era el encargado de diagramar la logística para el transporte de la droga.
Así, tras recolectar las pruebas en su contra, el Juzgado Federal 2 de Santa Fe aceptó el pedido de los 11 allanamientos solicitados por el fiscal Rodríguez que se hicieron este viernes a partir de las 4 y que abarcó las localidades de Villa Gobernador Gálvez, Arroyo Seco, Rosario, General Lagos y Albarellos, todas en el departamento Rosario.
Fue en ese marco que, en un garaje de Villa Gobernador Gálvez, el personal de la PFA encontró una lujosa camioneta BMW X5 que tenía en su interior bolsas de residuos negras con 369 panes de la cocaína de máxima pureza.
“Tenían dos BMW X5 negros iguales, en los que acopiaban la droga. Eran escurridizos”, dijo a esta agencia un investigador, que dio cuenta del poderío económico de la organización al afirmar que los vio “cambiar tres camionetas en un mes”, dijeron voceros del caso.
La superintendenta explicó que estiman que la droga provino de algún país limítrofe, que había llegado la semana pasada y que estaba acondicionada para ser trasladada a otros puntos de la provincia y a Buenos Aires.
Añadió la uniformada que, como se trata de estupefacientes de máxima pureza, al ser estirada triplica su peso por lo que, puesta en las calles del país, hubieran llegado a más de una tonelada de dosis de cocaína con una ganancia estimada en 10 millones de dólares. Puesta en Europa, por ejemplo, multiplica exponencialmente su valor.
Según fuentes del caso, las cinco personas detenidas serán indagadas por el fiscal Rodríguez en los próximos días; se adelantó que dos de los arrestados serán sindicados como organizadores de actividades de narcotráfico y al menos otros dos quedarán acusados como quienes prestaron aportes determinantes para el desarrollo de la organización especialmente en el almacenamiento de la droga secuestrada.
Además, la organización contaba con distintas ramificaciones que tenían asiento en varias jurisdicciones del país, contó la fuente consultada.
El grupo también será indagado por el delito de lavado de activos respecto de los 30 automotores secuestrados, tres inmuebles y una embarcación; además se comprobaron inversiones en viajes a países caribeños durante este 2021.
El antecedente: los 382 kilos de cocaína en Ibarlucea
El secuestro de este histórico cargamento tiene un antecedente en los 382 kilos de cocaína incautados hace diez meses en una vivienda de Ibarlucea, localidad ubicada a 12 kilómetros de Rosario. El hallazgo se conoció el 26 de septiembre pasado, cuando personal de la Gendarmería Nacional venía siguiendo los pasos del clan Loza, uno de los más importantes grupos dedicados al tráfico de estupefacientes a nivel internacional y por el que la mayoría de sus miembros fueron juzgados.
Con estos datos, los gendarmes vigilaban una vivienda de Ibarlucea donde ese día llegaron tres camionetas y el juez federal de Salta Julio Bavio autorizó el allanamiento que derivó en el hallazgo de ese cargamento. Tras el secuestro, se conoció que la cocaína, que estaba empaquetada y distribuida en distintos bolsones, había sido trasladada hasta la zona en avión.
En dicha oportunidad, los pesquisas señalaron que hubo tres aprehendidos que eran investigados en el marco de una causa que se le seguía al clan Loza, que controla las rutas de tráfico de cocaína en las provincias del norte del país y que es conocido por haber adquirido la famosa Ferrari de Diego Maradona. Una de ellos, Adelaida Castillo, una salteña vinculada con Valdemar Loza, quien cumple condena a 15 años de cárcel.