Mariángeles Guerrero / Especial para El Ciudadano
Cada 20 de septiembre se conmemora el Día del Jubilado en Argentina. Ese día, pero de 1904, se sancionó la primera ley jubilatoria en el país. Desde entonces, en esta fecha se recuerda la vigencia de los derechos de las y los trabajadores pasivos. Este año la jornada cobró especial relevancia, tras la reciente sanción de la cuestionada reforma previsional en la provincia y del veto al aumento jubilatorio por parte de Javier Milei a nivel nacional. En este contexto, jóvenes militantes de la ciudad de Santa Fe organizaron un desayuno solidario para agasajar a jubiladas y jubilados.
“Preparamos un desayuno porque sabemos que hay jubilados que pueden comer sólo una vez por día. Para nosotros es importante la solidaridad, acompañar su lucha y convocar a centros de jubilados que no están organizados, pero que sí están preocupados por estas situaciones y que están buscando de qué manera protagonizar la lucha contra las políticas de ajuste que llevan adelante los gobiernos nacional y provincial”. Quien habla es Facundo Retamoza, uno de los jóvenes que participó de la iniciativa. “Este desayuno coincide, paradójicamente, con el asado que le ofreció Milei a los diputados que votaron en contra de los jubilados”, señala.
El desayuno se llevó a cabo este viernes por la mañana, frente a la sede del Ansés del centro de Santa Fe, en la peatonal San Martín. La calle se llenó de adultas y adultos mayores y de jóvenes que compartieron vasos de café, té o mate cocido y masitas y bizcochitos. No faltaron los “banquitos” que llevan las y los jubilados de la ciudad capital a cada una de sus movilizaciones para reclamar mejores condiciones de vida al Estado.
Retamoza relata que, en la militancia cotidiana en clubes de barrio y vecinales, detectaron las dificultades que tienen las y los jubilados para inscribirse, por ejemplo, a los subsidios de luz y de gas, por la falta de conectividad o de accesibilidad digital. Así surgió la idea de acompañarlos, no solamente en la lucha en la calle, sino también en esas situaciones. “Empezamos a detectar que muchas y muchos de ellos estaban afuera de todo y que lo estaban pasando muy mal. Hablamos de personas que reciben una pensión o una jubilación de 200.000 o 250.000 pesos y tienen que pagar tarifas de 30.000, 40.000 o 50.000 pesos”, relata.
En el país, según los últimos datos de la Ansés (marzo de 2024) hay 7.799.063 beneficiarios de jubilaciones y pensiones. El 42% percibe haberes menores o iguales a un haber mínimo, un 23% tiene haberes de entre una y dos mínimas y el 36% restante, haberes mayores o iguales a dos haberes mínimos. El haber medio de los beneficiarios de las jubilaciones y pensiones contributivas fue —en el primer trimestre del año— de $265.257, mientras que el de los beneficiarios del subsistema no contributivo fue de $107.936, totalizando un haber medio por beneficiario de 229.812 pesos.
Mientras relata cómo surgió la idea del desayuno solidario, Retamoza insiste en la importancia de contar que el acompañamiento a las y los jubilados atraviesa a todas las pertenencias políticas del campo popular. En su caso, milita en el Partido Comunista Revolucionario, pero de la actividad de hoy participaron también el Frente de Unidad Nacional y Popular, La Cámpora, La Corriente, el Movimiento Evita y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular. También estuvieron presentes la Mesa Ni Una Menos y el movimiento Cultura de Pie, entre otros espacios.
“Entendemos que este es un momento donde hay que poner los pies en la tierra y acompañar todas las luchas que están planteadas. Hay una relación entre el camino de la calle y la propuesta política. Pero no se puede plantear una salida si no se acompaña a los que más están sufriendo”, definió el entrevistado. Y agregó: “Esto no tiene el centro en lo electoral, está centrado en el acompañamiento a todas las luchas porque creemos que hay que fortalecerlas. Los gobiernos nacional y provincial trabajan para dividir el campo popular. Lo vimos con los sindicatos en la votación de la reforma jubilatoria. Pero nosotros tenemos que trabajar para unir”.
Marcela Sabio integra el movimiento Cultura de Pie. “Acompañamos la lucha de los jubilados, en parte porque todos vamos para allá y en parte porque son los que nos han legado la sabiduría y las luchas de tantos derechos que hemos adquirido y que ahora vienen a atacar”.
Sabio es narradora oral y compartió una adaptación del texto “Fuegos” de Eduardo Galeano con las personas presentes. Ante la mirada atenta del público, contó sobre los fuegos bobos que no alumbran ni queman, y sobre los fuegos que arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear. Después, agradeció: a las y los jubilados, por la esperanza.
Más tarde, ukelele en mano, compartió unas coplas “porque hay que compartir las penas, pero también las alegrías”. Entre las risas y los aplausos del público, invitó: “El amor tiene que seguir sosteniendo a los que luchamos por un mundo mejor”.
Más tarde, la narradora expresó a El Ciudadano: “Acá se está viendo que la cultura nos mantiene de pie y unidos. Compartir la alegría es fundamental porque, como dice una canción, la alegría es la trinchera. Si nos quedamos solamente en todo lo malo que nos está pasando, que es mucho, se nos va bajando la inmunidad y perdemos la esperanza. Hoy nos parece necesario recuperar el festejo de estar en pie, de estar juntas y juntos y de poner en valor todo lo que somos como comunidad”.
Miryam Burgués, que también integra Cultura de Pie, agrega: “Sabíamos que venían por nuestros derechos y la verdad es que es mucho más violento de lo que nos habíamos imaginado. Estar unidos trabajadores, estudiantes y jubilados es la única manera que tenemos de poder saltear este momento tan duro para el pueblo argentino”.
Amplificada por un megáfono, la voz de la jubilada Adriana Soutullo expresó la adhesión y el acompañamiento de la Mesa Ni Una Menos. “Estamos aquí porque esto es una lucha colectiva. Y no solamente por eso, sino porque las mujeres percibimos jubilaciones menores que los varones, por lo que estamos muy perjudicadas por las medidas actuales”, destacó.
La mayoría de las personas jubiladas y pensionadas en Argentina son mujeres (64% contra un 36% de varones). La mayor concentración de mujeres dentro de los beneficiarios previsionales se explica por las moratorias: el 73% de las mujeres obtuvieron sus beneficios a través de esa vía de acceso, contra un 46% de los varones.
En consonancia con este escenario, se observa una brecha de ingresos en favor de los varones, quienes perciben un 15,3% más. En marzo, el haber promedio de ellos fue de $290.079, y el de ellas de $251.560.
Soutullo también manifestó el apoyo de la Mesa a lxs 41 trabajadorxs de la Secretaría de Género cesanteadxs esta semana. “Han sido echados pese a que habían entrado a planta permanente. Nadie puede hacer políticas de género reduciendo el personal. Además, son más perseguidas las compañeras que más han luchado y han puesto la cara contra los despidos”, denunció.
En torno a la mesa compartida se iban pasando las bandejas con masitas dulces. Evelina Monzón, que integra la Comisión de Jubilados de Santa Fe, escribía en un afiche carteles que otras jubilados y jubiladas sostenían después con sus manos. Entre ellos, Mirtha Streiger, quien expresó: “Nos sentimos muy acariciados por todo esto”.
Y además dejó en claro que, tras la reforma previsional, los jubilados siguen movilizados. “Ahora también quieren modificar la Constitución. Como el gobierno tiene mayoría en la Legislatura, va largando estas medidas de manera exprés. Vamos día a día viendo qué medidas tomar”, contó.
Este jueves se presentó en los Tribunales de Santa Fe un pedido de declaración de inconstitucionalidad de la flamante reforma previsional. Entre las personas que ingresaron la demanda estaba la diputada Amalia Granata. Sobre la iniciativa, Striger consideró: “Creo que uno acude a todos los medios para ver cómo salir de esta encrucijada. Nosotros vamos a la Defensoría del Pueblo, presentamos notas en distintos lados. Hay que pelearla, pero en la calle creo que es donde da más resultado, a pesar de que fuimos agredidos la semana pasada con gases y con represión”.
Y reflexiona: “A veces pienso cómo no hay, entre los que están alrededor de los gobernadores y del presidente, alguien que piense un poco más, que les haga ver que no pueden tirarse contra los pobres, contra la cultura, contra la ciencia. Pero parece que todos sintonizan en la misma frecuencia y piensan lo mismo”.
Las palabras de Soutullo en el megáfono sintetizan la jornada: “La lucha es una sola y evidentemente la calle es nuestra, así que adelante”. Y la reflexión de Retamoza las refuerzan: “Desde los primeros cacerolazos de diciembre y enero, los que aún se mantienen son nuestros nuestros jubilados, organizados y teniendo iniciativa. Con ese norte nos movemos y nos motivamos”.