Una decena de personas fue detenida ayer en un procedimiento que buscó desarticular dos bandas de barrio Santa Lucía: 70 uniformados irrumpieron en diferentes domicilios de la barriada y arrestaron a vecinos acusados de amenazar y robar a otros habitantes de la zona
Hace poco más de 4 años que los enfrentamientos armados y las denuncias cruzadas por amenazas comenzaron entre familias de la zona del pasaje 1752, acusadas de conformar la banda de los Cachones, y de otras tres de la villa La Palmera, en la zona de Cerrito o pasaje Aguilar al 7300. Los investigadores explicaron que desde que se sancionó el nuevo Código Penal salió a la luz que los heridos de arma de fuego como también las amenazas se sucedían entre dos clanes de barrio Santa Lucía, separados por avenida Circunvalación. De parte de los Cachones, cada vez que se consideraban víctimas lo dejaban asentado en la subcomisaría 22ª, mientras que sus adversarios elegían no denunciar. Con el nuevo sistema, las tres familias de La Palmera comenzaron a acercarse a denunciar al edificio del Ministerio Público de la Acusación. Fueron varias denuncias que recayeron en distintos fiscales, quienes una vez que compartieron la información decidieron juntar los casos y ordenar los procedimientos, explicaron las fuentes del caso.
Según voceros de la causa, el operativo fue solicitado por la Unidad Fiscal de Investigación y Juicio, a raíz de las denuncias acumuladas desde febrero pasado por acoso, amenazas y robos, de parte de ambos bandos: le ordenaron a los uniformados de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) realizar un seguimiento de doce personas señaladas por los testigos como los responsables de los males de Santa Lucía.
“Luego de 20 días de investigación establecimos que los problemas se daban por la lucha territorial de dos bandas o pandillas de la zona, las cuales amenazaban a sus contrincantes y a otros vecinos que estaban en el medio, para quedarse con el manejo de la zona”, explicó a El Ciudadano Adrián Forni, jefe de la TOE.
Según el comisario, miembros de las dos facciones amenazaban, cobraban peaje y robaban a los vecinos con el fin de mostrar carácter como “los capos del lugar”. Incluso obligaban a familias a dejar sus casas, para montar centros de acopio de droga y búnkers.
Tras el trabajo de calle realizado por la TOE, que buscó establecer dónde vivían los miembros de las dos bandas, cuando el reloj marcaba las 6.30 de ayer, 70 uniformados de la Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad provincial (personal de TOE, y de las direcciones de lucha contra la trata de personas y prevención y control de adicciones) tomaron la zona, delimitada por 27 de Febrero y Pasco, a ambos lados de Circunvalación. “Una parte de los efectivos irrumpió en diferentes casas, mientras el resto realizaba un operativo cerrojo, en el cual pedía identificación a las personas que pasaban, para que no se escapara nadie”, relató Forni.
Según los voceros, la mayoría de los 15 allanamientos fueron realizados en domicilios ubicados hacia el oeste de Circunvalación, en un radio de cuatro cuadras, en el corazón de barrio Santa Lucía, donde fueron detenidos siete adolescentes. En tanto, del otro lado de la vía rápida, a la altura de Cerrito al 7500, hubo tres personas más detenidas. Otros dos acusados se mantienen prófugos.
Los detenidos quedaron a disposición de la Justicia por amenazas coactivas, daños contra la propiedad, violación de domicilio y abuso de armas, además de tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil. Es que en los procedimientos fueron secuestradas 4 armas de fuego: 3 revólveres calibre 38, 32 y 22, y una pistola 22 Bersa.
Conflicto de cuatro años
La banda de los Cachones apareció en los medios en mayo de 2010 tras el crimen de Rubén Arriola, un joven de 18 años que estuvo sospechado de numerosos hechos de sangre y que era conocido como Cachón. Tras su muerte, un grupo de adolescentes de barrio Santa Lucía se juntó bajo el nombre de los Cachones y, según indicaron los pesquisas, fue para seguir el camino del adolescente. En tanto, del lado este de Circunvalación –donde terminan Cerrito, Riobamba y La Paz y pasaje Aguilar (al 7300), en la villa La Palmera– se organizó otro grupo de muchachos que pertenecen a tres familias de esa zona. Los apellidos de estos jóvenes también se repiten en las denuncias por amenazas, abuso de armas y robos radicadas en la subcomisaría 22ª.
Todos los delitos fueron cometidos en el mismo radio, por lo que los investigadores hicieron los allanamientos para detener la lucha por los dividendos del tráfico de drogas en Santa Lucía.