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Desbarataran una banda dedicada a realizar secuestros extorsivos en Rosario y San Nicolás

En una investigación en conjunto entre las fiscalías de dichas ciudades y tras varios allanamientos se logró detener a cinco hombres y una mujer que integraban una de las organizaciones delictivas más peligrosas de la última década

En el marco de la investigación desarrollada por las Fiscalías Federales de San Nicolás y N°1 de Rosario, a cargo de Matías Di Lello y Javier Arzubi Calvo, junto con la Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (Ufeco), a cargo de Santiago Marquevich, este martes, detuvieron a cinco hombres y una mujer que integraban una organización que cometió, al menos, tres secuestros extorsivos en la zona de San Nicolás y Rosario.

Los seis imputados fueron apresados por personal del Departamento Antisecuestros Norte de la Policía Federal Argentina (PFA) en dieciséis allanamientos simultáneos ordenados por el juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo.

Los procedimientos tuvieron lugar en domicilios ubicados en las localidades bonaerenses de Beccar, Martínez, Wilde, Moreno, Lanús, Villa General Savio, Tortuguitas y Gerli. También se allanaron un hotel, una vivienda y la Alcaldía I bis de la ciudad de Buenos Aires, donde estaba recluido uno de los hombres, quien prestaba colaboración intramuros. Además, se dispuso la inspección de una vivienda de la ciudad de San Nicolás.

La organización contaba con una sofisticada logística y capacidad operativa: seleccionaba a sus víctimas, les hacía seguimientos durante meses, las capturaban en procedimientos policiales o de notificación judicial simulados o directamente accedían a sus viviendas con llaves de acceso duplicados. Las víctimas eran trasladadas a distintos domicilios que la organización alquilaba a tal fin. Además, exigían millonarias sumas de dinero en dólares para liberar a las personas.

También, de acuerdo con la investigación de los fiscales, los secuestradores recurrían a patentes e identidades falsas para evitar ser descubiertos; usaban tanto teléfonos celulares sin localizadores como inhibidores de señal. Para pedir los rescates, usaban equipos con tecnología vieja, acondicionados al efecto y que eran entregados a los familiares de las víctimas cautivas. Los llamados extorsivos se efectuaban con diversas líneas distintas, desde locaciones diferentes y utilizaban distorsionadores de voz.

En cuanto a su estructura, la organización operaba en “células” con roles previamente definidos: mientras una parte de la organización se abocaba al cautiverio, la otra se ocupaba de realizar los llamados extorsivos y el cobro de los rescates.

Los casos

La investigación se inició a raíz de una serie de secuestros extorsivos que tuvieron lugar entre el 20 de julio de 2021 y octubre pasado, en las localidades de San Nicolás y Rosario.

El primero de los hechos denunciados tuvo lugar el 24 de enero pasado e intervino la Fiscalía Federal de San Nicolás, a cargo de Matías Di Lello y el Juzgado Federal N°2 de esa localidad a cargo de Carlos Villafuerte Ruzo. En esa oportunidad, la víctima circulaba en su camioneta Volkswagen Amarok, cerca de la localidad Villa Ramallo, cuando notó que era seguido por un vehículo rojo. Cuando disminuyó la marcha, apareció otro automóvil en el que viajaban dos hombres que vestían camperas y gorras con la inscripción “Policía Federal Argentina”.

Tras identificarse, la víctima fue obligada a subir a la parte de atrás de un vehículo y trasladado hacia la ciudad de San Nicolás, donde permaneció cautivo. En simultáneo, los secuestradores se comunicaron con el hermano del hombre y le exigieron dinero por su liberación, que se materializó en el 26 de enero.

Días después del hecho, el hermano de la víctima recibió un llamado en su celular, donde una persona con la voz distorsionada le informaba que “sabía que habían hecho la denuncia, que no habían cumplido con su parte”.

El segundo de los casos fue investigado por la Fiscalía Federal N°1 de Rosario, a cargo de Javier Arzubi Calvo, y el Juzgado Federal N°4 rosarino, que encabeza Marcelo Bailaque. El hecho ocurrió cerca de las 7 de la mañana del 10 de octubre de 2023, cuando una madre y su hijo de 13 años fueron capturados en la cochera del edificio donde vivían. Las víctimas fueron sorprendidas por cuatro personas, que estaban ocultas en el lugar, y que las obligaron a subir a una camioneta Renault Trafic. Ambos fueron llevados a una vivienda de San Nicolás, donde estuvieron secuestrados hasta la noche, cuando fueron liberados en las inmediaciones de un campo luego de que se abonara el rescate.

Posteriormente, se determinó que la banda había ingresado al lugar con la copia de un control remoto adjudicado a otro propietario y que, días antes, habían intentado secuestrar -sin éxito- a las mismas víctimas. Además, los fiscales le imputaron a la organización el intento de extorsión sufrido por el marido de la mujer secuestrada en octubre. Y es que, el 20 de noviembre, el hombre recibió un llamado donde le ordenaban que juntara dinero porque “por ahí te levantamos a vos y la vas a pasar mal cada hora que demoremos en cobrar”. Sin embargo, el hombre no efectuó el pago exigido.

Finalmente, tras la colaboración prestada en ambos casos por la Unidad Fiscal Especializada en Crimen Organizado (Ufeco), a cargo de Santiago Marquevich, y en el marco de la investigación que tramitaba ante la Fiscalía Federal rosarina, surgió la existencia de un tercer hecho perpetrado por la banda, en la mañana del 20 de julio de 2021.

En esa ocasión, un hombre -de entonces 74 años- caminaba por la costanera del Río Paraná, en la ciudad de Rosario, cuando se le acercó un automóvil gris del que descendió un hombre y le dijo que tenía una notificación judicial para él y debía acompañarlo. A la víctima no le llamó la atención, ya que en esa época tramitaba una investigación en la justicia provincial por el delito de estafa.

Cuando el hombre se acercó al vehículo, el otro ocupante lo encañonó con un arma y lo obligó a subir, tras lo cual le encintaron los pies, le esposaron las manos y le cubrieron el rostro. En el trayecto le sustrajeron su teléfono celular y se comunicaron con el gerente de una empresa bursátil, al que le informaron del secuestro y le exigieron el pago del rescate. La víctima fue liberada en horas de la noche, tras permanecer cautivo en una vivienda.

El trabajo conjunto entre los fiscales federales, la intervención de los fiscales penales coadyuvantes de la Fiscalía Federal de Rosario Andrés Montefeltro, Soledad García y María Virginia Sosa; y los auxiliares fiscales de la Fiscalía Federal de San Nicolas y la Ufeco, María Marta Poggio e Ignacio Rueda (Ufeco), y la labor coordinada con el Departamento Antisecuestros Norte de la Policía Federal Argentina y la División de Tecnologías Aplicadas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, propició la identificación y detención de los responsables.

Así, el jefe de la organización fue apresado en su vivienda, en la localidad bonaerense de Béccar. El hombre contaba con antecedentes por robos en distintas ciudades del país y falsificaciones de documentos.

Otro de los detenidos -y mano derecha del organizador- fue investigado por asociación ilícita y robos agravados, uno de ellos, a una empresa de apuestas de la ciudad de Buenos Aires. Años antes, fue detenido en el marco de una persecución policial, en la se le incautaron elementos usualmente utilizados para realizar secuestros y robos de mercadería transportada en camiones.

Los cinco hombres y la mujer, que integraban una de las organizaciones más peligrosas de la última década, fueron detenidos el martes y quedaron a disposición del juez Villafuerte Ruzo, quien los indagó en la sede de la Fiscalía Federal de San Nicolás. La investigación se encuentra bajo secreto de sumario, dado que aún restan medidas por realizar.

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