Un equipo de científicos aseguró haber podido identificar una nueva especie humana, a la que llamó Homo juluensis, que vivió hace aproximadamente 200.000 años en lo que hoy es China, cuyos individuos fabricaban herramientas y probablemente procesaban pieles de animales para cubrirse y sobrevivir al frío. El trabajo se apoya en los restos de al menos 16 individuos con características singulares: cráneos más grandes que los de los neandertales y los Homo sapiens y dientes de dimensiones considerables. El descubrimiento, publicado en la revista Nature, obliga a pensar nuevas perspectivas sobre la evolución humana.
Científicos de la Universidad de Hawái, en Estados Unidos, en colaboración con la Academia China de Ciencias, detallaron que podrían haber encontrado la hasta ahora desconocida nueva especie humana extinguida. Los restos fósiles de individuos de Homo juluensis se hallaron en Asia Oriental.
El profesor Christopher J. Bae, del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Hawái en Mānoa, lleva más de 30 años estudiando los antepasados humanos en Asia. Y en sus investigaciones aclara algunas confusiones sobre los distintos tipos de especies humanas que coexistieron en la región asiática durante los periodos del Pleistoceno medio y tardío, hace entre 300.000 y 50.000 años.
Según esta nueva investigación, el Homo juluensis vivió hace aproximadamente 200.000 años en Asia Oriental cazando caballos salvajes, fabricando herramientas de piedra y posiblemente procesando pieles de animales para sobrevivir antes de desaparecer hace unos 50 000 años.
El hallazgo incluye no solo restos óseos, sino también miles de herramientas de piedra, artefactos y huesos de animales que sugieren que la especie era cazadora y utilizaba pieles de animales para confeccionar ropa. Según los investigadores, el Homo juluensis vivía en grupos pequeños, lo que podría haberlo hecho vulnerable a los cambios climáticos extremos de la época, como el período glacial, que trajo consigo un clima más frío y seco.
“El registro de Asia Oriental nos está haciendo reconocer cuán compleja es la evolución humana en términos más generales y realmente nos obliga a revisar y repensar nuestras interpretaciones de varios modelos evolutivos para que coincidan mejor con el creciente registro fósil”, señaló Bae.
Los análisis realizados a los fósiles revelaron diferencias significativas respecto a los neandertales y denisovanos, una población esta última conocida principalmente por las pruebas de ADN de algunos restos físicos hallados en Siberia y fósiles encontrados en el Tíbet y Laos. Aunque los investigadores notaron similitudes en las características dentales con los denisovanos, como el tamaño de los molares, destacaron que Homo juluensis parece representar un linaje distinto.
Mediante el estudio de las superficies de mordida, se identificó que los molares del Homo juluensis y los de Denisova eran “casi exactamente iguales”. Sin embargo, los investigadores argumentaron que Denisova no sería una especie separada, sino una población antigua que probablemente pertenece al Homo juluensis debido a estas similitudes.
Enemigo: el frío
El estilo de vida de la especie Homo juluensis parece haber sido profundamente influenciado por su entorno. Los artefactos encontrados indican que cazaban caballos salvajes en grupo, que utilizaban todas las partes del animal para alimentarse y vestirse. Según el estudio, la disminución de su población podría atribuirse a los drásticos cambios climáticos del Cuaternario Tardío, una era marcada por reiterados períodos glaciales.
“Esta es parte de la razón por la cual la densidad de población de Homo juluensis probablemente nunca fue tan grande como lo fue cuando los humanos modernos salieron de África en mayor número”, afirmó Bae. “Subyugaron genéticamente a poblaciones indígenas como los neandertales y los juluensis”.
Evolución no lineal
Los investigadores destacaron la creciente diversidad de fósiles humanos descubiertos en Asia Oriental, subrayando que la región muestra una mayor complejidad evolutiva de lo que inicialmente se pensaba.
El estudio concluye que los múltiples linajes de homínidos presentes durante el Cuaternario Tardío ofrecen una visión más detallada de la evolución humana en esta área. “La diversidad entre los fósiles humanos del este de Asia es mayor de lo que esperábamos”, afirmaron los autores, quienes añadieron que este descubrimiento permite “una mayor apreciación del grado de complejidad presente”.