Parece una parodia de Groundhog Day o El Día de la Marmota (como se tradujo en Argentina), película protagonizada por Bill Murray en la que, en su rol de pronosticador del tiempo de un canal de TV norteamericana, se ve hechizado y repitiendo el mismo día hasta tanto logre su redención: y es en una de las repeticiones del 2 de febrero en la localidad de Punxstawnwey en el que, por repetición, se da cuenta de lo fácil y sencillo que es, gracias al descuido de un portavalores, hacerse de una bolsa con dinero. Algo parecido ocurrió ayer en una sucursal del súper La Gallega ubicada en el macrocentro, de donde desapareció de manera misteriosa una bolsa con dinero. En tanto, en otro local de la cadena, ubicado en Urquiza al 1000, dos personas armadas redujeron a clientes y personal y en menos de un minuto, se llevaron alrededor de 900 pesos, dinero de una de las cajas registradoras.
Minutos después de las 12 de ayer, mientras radios, televisión y principalmente las redes sociales anunciaban calles anegadas, alerta por lluvia, viento y otras antesalas apocalípticas, una persona se encontró con una oportunidad casi única: alzarse con una suma de dinero sin mayor esfuerzo que tener habilidad con las manos y ser muy rápido con los pies.
Es que nadie sabe cómo, pero alguien, en un momento de descuido de un encargado del supermercado La Gallega ubicado en Entre Ríos al 2200, tomó una bolsa con plata que tienen en cada sucursal para abastecer de cambio las cajas, y se fue del local –o al menos del sector de cajas– sin que nadie se diera cuenta.
Hasta anoche no se tenían certezas sobre el paradero de la persona que se llevó la bolsa con billetes de la sucursal de La Gallega. .”Según lo que tenemos entendido, un descuidista se hizo con una bolsa con dinero que manejaban los empleados, ante un descuido de los mismos. El desconocido se llevó 1.600 pesos sin que nadie lo vea”, indicaron voceros de la Unidad Regional II.
Rápido asalto
El otro hecho que tuvo como locación otra sucursal del mismo supermercado ocurrió casi a la misma hora, pero en Urquiza al 1000, cuando dos personas con sus rostros tapados ingresaron portando armas de fuego y exigiendo la entrega del dinero de las cajas registradoras. “Entraron con la cara cubierta. Hicieron que todos los clientes se vayan hacia el fondo del local y comenzaron a amenazar a los empleados”, según indicó a El Ciudadano uno de los testigos del robo.
Según precisaron fuentes de la investigación, el asalto fue tornándose agresivo cuando el encargado del local les dijo a los ladrones que casi la totalidad de las cajas registradoras estaban cerradas y que él no tenía posibilidad de abrirlas. “Cuando llegaron, ya se había hecho una extracción de billetes de cada caja, solamente quedaba una con bastante efectivo”, indicó un empleado.
Arma en la cabeza
“Sólo la caja dos estaba abierta, así que se dirigieron a la cajera que la administraba y le pusieron el arma en la cabeza”, dijeron por su parte testigos del hecho. La chica les entregó el dinero y los ladrones se dieron a la fuga caminando por calle Urquiza, con dirección oeste.
“El robo no puede haber durado más de un minuto. Estamos casi seguros de que a las dos personas que entraron los esperaba una tercera en la puerta. De todas maneras, se ve que no calcularon bien los tiempos, porque sólo se llevaron 900 pesos”, señaló un vocero policial.
La pesquisa por este asalto está a cargo de personal de la comisaría 3ª, mientras que el otro es investigado por agentes de la seccional 5ª, ambos junto al Juzgado de Instrucción en turno.