Tal como se preveía, el Concejo Municipal aprobó en la sesión de hoy extender la prohibición de estacionar en varias calles de la zona céntrica. El proyecto, que había sido enviado por el municipio, había tenido el visto bueno de las comisiones de Obras Públicas, Gobierno, y Servicios Públicos.
Con 16 votos a favor, 6 e contra y dos ausencias, el proyecto que había generado y sigue generando debates entre los concejales consiguió la cantidad de manos levantadas para ser aprobado.
En rigor, entrará en vigencia a partir de agosto, luego de instalar señales alusivas y una campaña de concientización.
Las arterias donde no se podrá estacionar, de lunes a viernes de 7 a 21, son Tucumán, desde bulevar Oroño a Sarmiento; Urquiza, desde Mitre a Corrientes; Sarmiento, desde Tucumán a 3 de Febrero; Mitre, desde 3 de Febrero a San Luis y de San Lorenzo a Urquiza; Entre Ríos, desde Tucumán a avenida Pellegrini; Presidente Roca, desde San Luis a Tucumán; Paraguay, desde Tucumán a San Juan; Buenos Aires, desde 3 de Febrero a Córdoba; Rioja, desde Buenos Aires a Maipú y desde Corrientes a bulevar Oroño y Mendoza, desde bulevar Oroño a Buenos Aires.
Falta de planificación
Por su parte, los concejales del Frente Para la Victoria (FPV) Roberto Sukerman y Norma López aseguraron que «lejos de favorecer a los vecinos de Rosario, la prohibición de estacionamiento en casi 80 cuadras del centro, los perjudica. No se puede desalentar el uso privado de vehículos con un transporte público deficiente», señalaron.
Sukerman subrayó: «Hay dos cuestiones a tener en cuenta; una es la falta de planificación. Dada la desastrosa gestión de la ex secretaria de Planeamiento, Mirta Levin, nuestra ciudad ha concentrado la mayor cantidad de edificios en las áreas centrales, lo que trae aparejado el colapso de servicios públicos y por supuesto el caos en el tránsito. La otra, que viene a colación, tiene que ver con el Plan de Movilidad municipal, con cuyos principios generales se puede coincidir aunque a la hora de concretarse, lo hacen a través de gestos espasmódicos que no logran ninguna alternativa».
«Esto va a significar un perjuicio para los vecinos de la zona, ni hablar para los comerciantes. En lugar de salvar al centro, lo están matando. Muchos comercios corren el riesgo de desaparecer si sus clientes no tienen la posibilidad de estacionar en las inmediaciones del lugar», agregó.
Por su parte, la vicepresidenta del Concejo, Norma López, argumentó que «si bien el Plan Integral de Movilidad fue publicado por la Municipalidad de Rosario en 2011, no se está implementando de manera «integral» sino por partes. Éste plantea una serie de estrategias para promover un uso equilibrado del transporte motorizado, pero son medidas sueltas y a largo plazo por lo que no resuelve en lo inmediato un problema que existe desde hace años» y añadió que «es preciso rediscutir toda la transitabilidad de Rosario y no seguir estableciendo meros mecanismos de exclusión que también violan los derechos de quienes han invertido en cocheras en la zona céntrica y de los comerciantes».