La muerte de Aldana, precisamente en el aniversario de Wanda, reavivó el debate sobre esta brutal modalidad de violencia.
«Los crímenes por imitación van en aumento», aseguró a Télam el licenciado en Criminalística y perito del Poder Judicial bonaerense Alejandro Doro.
Por su parte, la licenciada en psicología Silvia Lommi, de La Casa del Encuentro, dijo que «es cierto que los casos aumentaron a partir del asesinato de Wanda, pero antes de ella también hubo mujeres incineradas o quemadas con ácido».
Tanto Doro como Lommi coincidieron en señalar que es necesaria la difusión de los femicidios a través de la prensa.
«Los medios de comunicación no tienen responsabilidad, sino que solo cumplen el rol de vía de llegada de la información, pero es sumamente importante que hagan una autocrítica constructiva sobre la ética, donde debe primar la información por sobre el morbo», opinó el criminalista.
Para la psicóloga «el periodismo tiene que hablar de estos femicidios y no debe hablarse de que la difusión incentiva el asesinato de mujeres con fuego». «Acá se trata de la perversidad del violento que busca distintas maneras para agredir o matar», aseguró.
Según Doro «lo único que se imita es el medio de agresión», respecto a lo cual Lommi opinó: «El violento toma una idea, y depende de él, es su culpa, su responsabilidad; no es culpa, ni de la víctima, ni de los medios».
La profesional insistió en «la perversidad del método elegido por el violento, porque la sola amenaza de matar con fuego es terrible, ya que todas las personas alguna vez nos quemamos y reconocemos ese dolor».
Lo dijo porque reconoce que, a partir del asesinato de Taddei que sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo, «muchos violentos amenazan a sus parejas y les dicen `vos vas a terminar como Wanda`».
Además, manifestó que «estas mujeres, en casi todos los casos, no pueden hablar, no pueden llegar a decir quién fue el agresor debido al estado en que llegan al hospital».
La psicóloga coordina en la ONG los grupos de ayuda de mujeres que salieron de situaciones de violencia, donde afirmó que «cada vez que ocurre un asesinato como el de Aldana, en las mujeres aparece el miedo y la indignación, pero también la solidaridad».
«La muerte de Aldana es mi espejo» compartió con Télam Elsa Gerez, mamá de Fátima Catán, de 24 años, que falleció el 22 de agosto de 2010 producto de las quemaduras en el 90% de su cuerpo, sufridas cuando estaba con su novio, Martín Gustavo Santillán.
Aldana falleció esta madrugada, Wanda hace hoy dos años, y mañana se cumple un año y medio de la muerte de Fátima.
Las familias de las tres jóvenes están en contacto y tratando de coordinar la realización de una marcha para pedir justicia por sus hijas.
«Estas convocatorias son importantes porque el riesgo para las mujeres en situación de violencia aumenta cuando no hay involucramiento de la familia y de la sociedad», señaló Lommi.
Por el asesinato de Aldana, Juan Gabriel Franco de 23 años se encuentra detenido; por el crimen de Wanda, Eduardo Vázquez de 33 años está detenido como autor de un homicidio agravado por el vínculo y por el femicidio de Fátima, no hay detenidos.