El encendido de las luces del camión de Bomberos estacionado a un costado del sector de aterrizaje del helipuerto de la Prefectura Naval Argentina (PNA) anuncia la llegada o el despegue de alguna aeronave en el nuevo edificio de ubicado en avenida Estévez Boero y la bajada Sargento Cabral, frente al río. Aunque la señal de la autobomba resulte un tanto intimidante, un oficial explica que el alerta del coche de incendios es parte del protocolo: “Sólo por prevención”. Son cerca de las 22 del miércoles 21 de octubre.
Pasaron apenas unos minutos después de que se solucionara el desperfecto que dejó sin luz a gran parte de las ciudades del sur de la provincia, y es el turno de El Ciudadano para acompañar en un vuelo, que durará exactamente 22 minutos, a la tripulación del Helicópter Airbus S135 de la Policía Federal encargada del patrullaje aéreo que, con una potente cámara infrarroja, registra hasta el más ínfimo detalle de lo que pasa en tiempo real, en las esquinas más concurridas y también en las más oscuras y solitarias de la ciudad.
A las 22.02 el subcomisario Marcelo Bedo hace una de sus últimas maniobras de aterrizaje luego de cargar combustible y, exactamente a las 22.06, despega nuevamente acompañado por el copiloto y el ayudante Emanuel Pereyra, un joven oficial experto en tecnologías quien es el encargado de dirigir la cámara infrarroja y monitorear los registros de las imágenes.
El Ciudadano viaja en la parte trasera de la nave que se eleva a unos 300 metros de altura –o mil pies, en términos de aviación–. La ciudad desde el aire se divisa como un tablero de ajedrez cuyas cuadrículas parecen delimitadas por las luces de las calles.
También se pueden observar mojones azules intermitentes que se mueven en distintos sentidos y que corresponden a los patrulleros que circulan “vía terrestre”. De hecho, “el helicóptero”, según explicó antes del despegue el vocero de la Policía Federal, Pablo Freaza, está desde hace cinco días en Rosario para acompañar a los controles de los 50 móviles y más de 700 efectivos de las fuerzas nacionales que llegaron desde Buenos Aires a acompañar el trabajo de la Policía local.
El ojo que todo lo ve
Tras el despegue, la potente luz del helicóptero demora unos minutos en encenderse.
“Lleva un tiempo de calentamiento”, explica Pereyra, mientras espera que el foco se prenda y así proyectar la filmación en la pantalla de una computadora ubicada en la parte de atrás de la aeronave. El faro ya entró en calor y en movimiento y así detecta a una persona que camina solitaria por avenida Belgrano. Pese a los mil pies –o 300 metros del altura–, el zoom de la cámara puede hacer que la imagen se vea a través del monitor a centímetros de distancia.
Sobre avenida Belgrano, un hombre calvo, vestido con short y musculosa, acaba de estacionar su auto y camina hacia la zona del Monumento a la Bandera con las llaves de su vehículo en la mano izquierda, y hasta se puede leer la palabra “Ford” en el llavero.
Cuando pasaron unos diez minutos de sobrevuelo, ya en el sur de la ciudad y unas cuadras antes de bulevar Seguí, el ayudante de la aeronave acerca el zoom de la cámara infrarroja a un motocilcista que dobló en contramano por una de las calles laterales y se subió a la vereda. El lente pone su objetivo en el vehículo porque podría tratarse de un motochorro, pero simplemente es alguien que cometió una infracción de tránsito para acortar camino y llegar más rápido a la cochera de su casa.
“El helicóptero se quedará en la ciudad como parte del operativo de las fuerzas federales, además, las filmaciones quedan archivadas y a disposición de la Justicia en caso de que se necesiten”, dice Freaza, quien cuenta que “además es de mucha ayuda cuando hay entraderas y los delincuentes se escapan por lo techos, ya que los patrulleros pierden la ubicación por tierra y entonces la aeronave, que está conectada a la central operativa de la Federal, hace un seguimiento por aire”.
A las 22.20 el helicóptero de la Policía Federal aterriza en el helipuerto. El Ciudadano también termina el vuelo con el sabor de haber estado tras las cámaras de un Gran Hermano capaz de entrar a una casa, simplemente con el potente ojo blanco alumbrando a través de una ventana.
Reunión con empresarios
Efectivos de la Policía de la provincia volverán a operar desde las garitas ubicadas en las peatonales Córdoba y San Martín. Así lo confirmó a este medio el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, tras la reunión que mantuvieron ayer numerosos representantes del sector con el jefe y subjefe de la Unidad Regional II de la fuerza, Marcelo Villanúa y Marcelo Gómez, respectivamente. Durante el encuentro, los funcionarios policiales se comprometieron a realizar más controles en los accesos de avenida Circunvalación, continuar con el patrullaje en los principales corredores céntricos y hacerlos extensivos a los barrios de la ciudad.