El gobierno anunció ayer que el Estado tomará el control pleno de la administración de la línea Sarmiento de trenes en Buenos Aires a partir de hoy y dispuso nuevos controles de seguridad para los maquinistas, tras el último accidente en la estación de Once. El ministro de Transporte, Florencio Randazzo, dispuso el apartamiento de los concesionarios privados de este ramal, Metrovías (Grupo Roggio) y Ferrovías (Gabriel Romero), para que “el Sarmiento sea operado plenamente por el Estado”, ya que es la línea que “ha tenido en los último meses tres siniestros lamentables” y el gobierno no está “conforme con como operaba el servicio”.
“Hemos decidido que no haya más gerenciador privado en esta línea y la gestión la vamos a asumir nosotros en plenitud”, dijo el ministro respecto a la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (Ugoms). Señaló que la presidenta Cristina Kirchner “no fue anoticiada” de esta medida ni del accidente sucedido el sábado último en Once debido a que debe cumplir un estricto período de reposo tras su operación por el hematoma intracraneal.
Randazzo ratificó, además, que no descarta ninguna hipótesis respecto de los tres accidentes que sucedieron en el último año y medio en el ramal Sarmiento, aunque luego sostuvo que se debe a “un tema político”, en el marco de su enfrentamiento con sindicalistas del sector, y pidió “prudencia para dejar que la Justicia determine responsabilidades”.
En conferencia de prensa en Casa Rosada, Randazzo sostuvo que el Sarmiento pasará a ser operado por Ministerio de Transporte, a través de las dos empresas estatales: la Sociedad Operadora Ferroviaria (Sofse), que se hará cargo de la operación del servicio, y la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (Adif), que se ocupará de las obras e inversiones.
De esta forma concretó la estatización plena del Sarmiento luego de que en septiembre pasado el Ministerio avanzara en el control de esta línea con un acuerdo con la llamada Ugoms, la entidad conformada por las empresas Metrovías y Ferrovías que comenzó a operar el servicio cuando se le quitó la concesión a la empresa TBA y que ahora quedaría a cargo sólo del Mitre.
Randazzo anunció cambios en los procedimientos de conducción: en las líneas eléctricas del área metropolitana, el guarda del tren deberá trasladarse al interior de la cabina y acompañar al conductor en el ingreso a la cabecera, precisó, y señaló que los conductores serán sometidos a controles rigurosos como los pilotos de aeronaves, entre otras medidas.