Quienes ingresen con celular a cualquier banco privado desde hoy tendrán que depositar el aparato en una bolsa negra de plástico que será precintada mientras el cliente permanezca en la entidad.
Se trata de la implementación de una más de las medidas que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) acordó con las entidades bancarias para luchar contra la inseguridad, que el año pasado golpeó con fuerza a los clientes.
El personal de seguridad privada le entregará al cliente una bolsa negra, plástica y desechables para que el propietario del aparato lo deposite y lo conserve allí hasta que se retire de la sucursal.
La Bolsa es de material oxi biodegradable, de color negro para que no se pueda ver a trasluz el aparato, de tal manera que los clientes no podrán comunicarse a través de ellos.
Por ahora, la medida será puesta en marcha sólo en las entidades nucleadas en la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA), como Galicia, Macro, Hipotecario, Comafi, Patagonia y Supervielle.
El texto de la ley y la posterior reglamentación del Banco Central indican que la exigencia se basa en evitar que se realicen llamados o comunicaciones de cualquier tipo desde celulares en las zonas de atención al cliente, como la línea de cajas.
Las medidas fueron aprobadas a fines de 2010 por el Banco Central ante una ley sancionada por el Congreso por el fuerte reclamo de los clientes, quienes estaba siendo víctimas de violentas salideras.