«Juan Antonio lo llamó su madre. Duda era su apellido. Su mejor amigo, Ansina, y su mujer, Teresa”. La frase es el comienzo y el único fragmento que se conoce de “Juan se iba al río”, el cuento escrito por el escritor y periodista Rodolfo Walsh que desapareció junto con él cuando fue secuestrado el 25 de marzo de 1976. Con esa frase como disparador, la Biblioteca Popular y sitio de la Memoria Constancio C. Vigil lanzó en agosto un taller de dos meses en el que invita a reescribir de manera colectiva el cuento desaparecido. La propuesta del colectivo La Muchedumbre fue seleccionada por el Fondo Nacional de las Artes y será todos miércoles a las 18.30 en el edificio de la Vigil, bajo el protocolo provincial de covid-19. Es gratuito y está destinado a todo público con o sin experiencia en la escritura. Las clases estarán a cargo de Tania Scaglione, Darío Crosa, Amalia Prado y María Antonela Pierotti y las inscripciones siguen abiertas.
El 24 de marzo de 1977 Rodolfo Walsh envió a medios de comunicación del país y del mundo la “Carta de un escritor a la Junta Militar”. El texto se convirtió en un documento fundamental de la historia reciente argentina y en un ejemplo de compromiso periodístico. Desde la clandestinidad, Walsh denunciaba las atrocidades cometidas por el gobierno de facto instalado un año antes y, con datos precisos, daba cuenta de las desapariciones forzadas, los asesinatos y la persecución de las Fuerzas Armadas a distintos sectores de la sociedad. También hablaba de que la dictadura militar escondía un modelo económico que tenía como único fin “la miseria planificada”. Un día después de enviarla y mientras la repartía en buzones de la ciudad de Buenos Aires, Walsh fue herido, detenido y desaparecido.
Junto con Walsh desapareció el cuento “Juan se iba por el río” y el único fragmento que se conoce surge del relato de dos personas: un sobreviviente de la ESMA que coincidió en este centro clandestino con los papeles secuestrados a Walsh y Lilia Ferreyra, compañera del escritor. En el taller que comenzó el miércoles 5 de agosto la frase “Juan Antonio lo llamó su madre. Duda era su apellido. Su mejor amigo, Ansina, y su mujer, Teresa”, fue el disparador para la escritura colectiva.
“El taller consta de actividades que nos movilizan en tanto sujetos políticos insertos en una trama colectiva. Es un ejercicio de memoria, ya que busca interpelar el pasado y el presente, rescatando un texto escrito en los ´70 pero reelaborándolo desde las situaciones que nos atraviesan hoy”, dijeron desde la organización.
El espacio de escritura tendrá ocho encuentros en torno a los temas: memorias y postdictadura, violencia y política, obra de Rodolfo Walsh y escritura colectiva. Los ejes están pensados de manera dinámica y se partirá de la noción de ‘teñido’ para avanzar en la escritura considerando que el objetivo no es escribir como lo hubiera hecho Walsh, sino teñirse de lo que se conoce de su cuento, para desde el contexto espacial y temporal de cada participante para avanzar colectivamente en la escritura. En este sentido, el taller tiene como objetivo escribir el cuento desaparecido, casi como un juego borgiano.
El espacio es organizado por el colectivo La Muchedumbre, un grupo que surge en la UNR a partir de inquietudes comunes, y desde 2012 viene trabajando en distintas actividades (principalmente en escuelas secundarias) que tienen que ver con repensarnos como sujetos políticos inmersos en tramas espaciales y temporales atravesadas por problemáticas particulares a las que se las busca abordar en términos políticos.
Para inscripciones e información:
Gaboto 450-Tel. 4811149
Instagram: la_vigil
Mail: consultas@bibliotecavigil.org.ar
El fusilamiento de Penina
El taller “El cuento aparecido” imita ficcionalmente lo que pasó con el libro de Aldo Oliva sobre El fusilamiento de Penina. Durante décadas se creyó que todas las copias de este libro, publicadas por el sello editorial Vigil, habían sido quemadas. En el depósito de la biblioteca popular había 80 mil libros cuando los militares la intervinieron el 25 de febrero de 1977. Todos fueron incinerados incluyendo la tirada completa de 5 mil ejemplares que no llegaron a distribuirse de El fusilamiento de Penina, de Aldo Oliva, que murió en el 2000 sin conservar los originales. El libro reproducía la historia del obrero anarquista Joaquín Penina, detenido y desaparecido en Rosario el 9 de septiembre de 1930, poco después del golpe militar de José Félix Uriburu. En 2003 un ex tesorero de la Vigil, Juan Manuel Rodríguez, encontró un ejemplar en una caja de papeles viejos, y el hallazgo fue el punto de partida de un movimiento de rescate y relanzamiento de la Editorial Biblioteca.