El jueves de la semana pasada, en medio de un megaoperativo a nivel nacional, fue detenido Delfín David Zacarías, un hombre de 48 años, sindicado como uno de los mayores narcotraficantes del cordón industrial. El procedimiento más importante fue en una vivienda de Las Achiras 2528, en la localidad de Funes, donde el hallazgo de 300 kilos de pasta base y clorhidrato de cocaína, además de precursores químicos y maquinarias destinadas a la producción de drogas, hizo aterrizar desde un helicóptero al fiscal federal Juan Patricio Murray, al titular de la Procuraduría Adjunta de Narcocriminalidad (Procunar), Félix Crous y al secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, para anunciar que habían detenido a uno de los máximos responsables del negocio del narcotráfico de Rosario y sus alrededores. Hoy Delfín está detenido en la Alcaidía Mayor de la Unidad Regional II y desde allí, a través de un escrito que hizo llegar a la prensa, da cuenta de su temor de que él y su familia sean trasladados a penales de la provincia de Buenos Aires, lo que, según dice, pondría en riesgo sus vidas. Si bien se negó a hacerlo ante el juez federal Carlos Vera Barros, de puño y letra Delfín contó su versión de cómo llegó tras las rejas. “Es de urgencia que la ciudad escuche otra voz que no sea política, porque el daño que nos hicieron y nos están haciendo a todos lo que implicaron en esta causa es irreparable. Nos sentimos como una pelota de este gran ping pong político”, dice Delfín, de puño y letra. Además, sostuvo que teme por su vida y la de su familia.
La historia que Zacarías cuenta desde el penal en el que se encuentra detenido difiere a la que durante los últimos días han proporcionado los investigadores. De acuerdo con su relato, él es socio de su mujer en la empresa Frecuencia Urbana Remises SRL, que se dedica no sólo al traslado de personas, sino que también realizan fletes de corta, media y larga distancia.
“Se presentó un muchacho de nombre Hernán, de un poco más de 30 años, en un automóvil Audi color negro, buscando un presupuesto para el traslado de 2 mil litros de solvente desde la ciudad de Buenos Aires hacia Rosario”, cuenta Delfín a través de su pluma. El destino, según dice, era la casa de calle Las Achiras, en Funes, en donde la semana pasada se secuestraron 300 kilos de droga, entre pasta base y cocaína. “El precio convenido del flete era de 15 mil pesos. Este señor nos contó que tiene una fábrica de pintura, y que a futuro íbamos a seguir trabajando juntos e íbamos a canjear viajes por pintura a precio de fábrica”, detalla.
Según Delfín, Hernán le dejó un número telefónico del depósito en Buenos Aires del cual debía retirar el material a trasladar. Cuando se hizo del solvente, lo llevó hasta la casa de Las Achiras durante la madrugada del jueves pasado. Allí, él y su mujer esperaron hasta la mañana e hicieron la entrega. En ese momento, dice, fueron detenidos. “El policía que me detiene se ríe y me dice que me tocó el vuelto por culpa mía”, dice Delfín, introduciendo su propia hipótesis acerca de las causas de la detención: ese “vuelto” al que se refiere es por una denuncia por extorsión que él realizó contra un grupo de efectivos de la policía Federal en junio del año pasado. De acuerdo con esa denuncia, los uniformados les exigieron a los empleados de la remisería de la mujer de Zacarías que entregaran 100 mil pesos. De lo contrario, les plantarían drogas. Esto le costó el puesto al entonces jefe de Drogas de la Policía Federal en Rosario, Gustavo Serna.
Las propiedades
En los últimos días, la Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad de la provincia expuso un informe según el cual Zacarías y algunos de sus familiares habían comprado 36 propiedades en un año sobre un total de 40, además de 24 vehículos. Sobre este punto, Delfín explicó que esto es “sólo una equivocación”.
“Las 40 propiedades que se nombran son cocheras que se encuentran todas juntas en un edificio y las compré en 2008 a una empresa de Buenos Aires, que las vendió porque las expensas eran caras”. Según la misiva, la compra la realizó al precio de 15 mil pesos cada una, y hoy valen 15 mil dólares cada una, por lo que se trató de una inversión.
Otro de las cuestiones que giró en las últimas semanas en torno al patrimonio de Delfín es un megagimnasio ubicado en Congreso y Vélez Sarsfield de San Lorenzo, a nombre de Flavia, la hija de Zacarías. Para la construcción de este emprendimiento, el Concejo sanlorencino había aprobado un pedido de excepción que autorizaba a edificar más de los permitido para la obra del gimansio.
Al respecto Delfín explicó que “el gimnasio se empezó a construir en 2007 con un previo permiso del municipio, quien preocupado por los vecinos, a cambio de dejarme construir unos metros más que los que rige la ordenanza, nos pidió que hagamos una plaza para los chicos del barrio, como obras de alumbrado público y cordón cuneta, porque los vecinos venían padeciendo problemas de inundación desde hace ya un tiempo. Nunca nos pidieron plata (para habilitar la obra) como dice por ahí la gente mal pensada”.
Temor
Delfín sostuvo que el motivo por el cual decidió hablar a través de un escrito es el temor que le genera la posibilidad de que él y su familia sean trasladados a Buenos Aires para cumplir con su detención. “Tengo terror por mí y por mi familia, de que nos trasladen a Buenos Aires para que me calle la boca, lo cual no voy a hacer. Tengo miedo de que nos lastimen y hasta nos maten, porque la persona que ideó esto es capaz de cualquier cosa”, dice Delfín.
En este sentido, el defensor de Zacarías y de su familia, Fernando Sirio, explicó que hoy presentará un habeas corpus correctivo ante la Justicia Federal para prevenir que alguno de los miedos de Delfín se cumplan. Además, el letrado contó que ayer solicitaron la excarcelación para varios familiares de Zacarías: su hija, su hijo, su hermana, el esposo de su hermana y la ex novia de su hijo.
Bonfatti respaldó a funcionarios amenazados
El gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, junto a los integrantes del gabinete provincial, expresaron su rechazo y más absoluto repudio a las amenazas que recibieron en el último tiempo el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto; el secretario de Seguridad Pública, Matías Drivet; y el jefe y subjefe de la Policía de la provincia, Omar Odriozola y Raúl Ardiles. “Estos intentos de intimidación no hacen más que confirmar que las acciones que venimos llevando adelante están afectando los intereses de quienes están involucrados en hechos delictivos que atentan contra la paz social. No nos vamos a apartar del camino que emprendimos y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que las investigaciones lleguen hasta el final. Es lo que la sociedad nos reclama y asumimos ese compromiso”, indicó Bonfatti en la reunión de gabinete que se realizó ayer en la capital provincial. Además, el gobernador destacó “la importacia de la concurrencia de otros actores, como los poderes Legislativo y Judicial, el gobierno nacional y los gobiernos locales para profundizar el combate contra grupos vinculados al narcotráfico y el delito organizado”.
Piden informes sobre la remisería en Baigorria
El concejal de la Unión Cívica Radical de la localidad de Granadero Baigorria Alfredo Secondo pidió ayer un informe a las autoridades municipales sobre las operaciones que realizó la familia Zacarías en la ciudad como propietaria de la empresa de remises Frecuencia Urbana SRL.
El concejal radical indicó que en un plazo no mayor a los cinco días hábiles las autoridades municipales de Granadero Baigorria tendrán que responder la fecha de habilitación de la empresa, sus titulares, la cantidad y detalle de vehículos con los que cuenta con sus respectivos titulares y dominios. Además, el edil sostuvo que es necesario conocer si la familia Zacarías posee chapas de remises, como también si los propietarios de la remisería poseen otros comercios habilitados, el detalle de los servicios que la empresa prestó a la Municipalidad de Baigorria y también si la sociedad fue contratada para alguna otra tarea, obra o servicio; habida cuenta de que en su objeto social se encuentra habilitada para otros rubros como sonido, imagen, construcción y servicios de datos.
