En la agobiante tarde del domingo 12 de diciembre de 2004 Newell’s Old Boys se consagraba campeón del Torneo Apertura con la conducción técnica de Américo Rubén “Tolo” Gallego.
Fue el recordado día de la invasión a Avellaneda, en ocasión del último partido contra Independiente, que dio lugar a la epopeya rojinegra, única en la historia mundial del futbol, de movilizar más de 50 mil hinchas a la caldera del diablo.
A Newell’s le alcanzaba con el empate y en caso de perder, Vélez, el segundo en discordia, no debía ganar. Y eso fue exactamente lo que sucedió.
En efecto, el rojinegro perdió 2 a 0 y Vélez empato 1 a1. Y Newell’s se consagró Campeón.
El título del 2004 fue el único que obtuvo Newell’s en los 14 años de la dictadura de Eduardo José López, que cuatro años después perdería las elecciones y asumiría Guillermo Lorente.
El equipo del Tolo Gallego tenía una buena combinatoria de jugadores con experiencia y juveniles del semillero rojinegro.
El plantel estaba conformado con jugadores de la talla de Justo Villar, Rubén Oscar “El Mago” Capria, Julián Maidana, Ariel “Bombón” Rosada y Ariel “Burrito” Ortega. Pero también incluía jóvenes que jerarquía internacional como Sebastián Domínguez, Guillermo Marino, Ignacio Scocco y Fernando Belluschi.
Como sea, un muy buen equipo que a veces era un tanto amarrete en el juego (todo mérito del Tolo) pero con una gran capacidad técnica y con una dinámica excelente.
Un justo Campeón, que como corresponde, ganó el clásico de visitante, tras perder en el debut justamente contra Vélez, el subcampeón.
A recuperar la memoria Rojinegro y hacer honor a la historia. ¡Salud Campeón!
