Por Juan Pablo Sarkissian
“Es lo que hay muchachos, paciencia”, les decía, con una resignación doliente, un veterano de las tribunas a un grupo de jóvenes en el mismo momento que Belgrano de Córdoba quedaba con dos jugadores menos y la inoperancia del equipo leproso exponía un estado cosas.
En realidad nunca hubo un clima de fiesta. La victoria en Tucumán y la presencia de Cristian Fabbiani; que fue recibido de manera sobria, sin estridencias; generaron alguna expectativa, más construida artificialmente que real.
Es cierto que un triunfo en la noche dominguera hubiese sido un bálsamo necesario, sobre todo para los hinchas. Pero no.
Todos y todas que fueron al Coloso del Parque tenían ganas de ganar, pero el clima estaba (aun lo está, claro) enrarecido.
Desde el comienzo las críticas al presidente Ignacio Astore se hicieron oír.
En el mismo ingreso al estadio, plagado de controles con los ya habituales caballos, se responsabilizaba al presidente leproso cuando, se presume, el operativo está organizado por las fuerzas de seguridad.
Y hablando de las fuerzas de seguridad, llama la atención la enjundia en la represión para con los hinchas leprosos tras los fuegos artificiales lanzados por hinchas canayas.
En el estadio una buena parte de los hinchas había escuchado el “rumor” que finalmente se consumó.
¿El operativo de seguridad no incluye la prevención? ¿Será más barato o fácil disparar desde los 25 minutos del primer tiempo hasta el comienzo del segundo?
¿Quién se hará cargo de las consecuencias? Porque un acto que roza la provocación, muy lejos del folclore, es respondido con otro, de corte irracional.
¿Y el fútbol?
Poco y nada. Un primer tiempo pobre, Newell’s casi no atacó y las situaciones de gol escasearon.
En la segunda parte el equipo se paró más adelante con línea de cuatro y al menos intentó, sin suerte.
La apuesta de Fabbiani es por “los veteranos” y por ahora su funcionamiento está lejos de enamorar.
¿Qué le dijo el Ogro a Alejo Tabares? El defensor corrió la cancha a lo ancho varias veces ante el requerimiento del técnico. Un misterio.
¿Por qué fue reemplazado Ever Banega? Cansado y jugando mal está varios escalones arriba, salvo Mateo Silvetti, de cualquiera.
La jerarquía de Keylor Navas es evidente, tanto como las dificultades de Newell’s para defender, crear juego y convertir goles.
¿Qué pensará Fabbiani para los próximos siete partidos? ¿Sólo juntar puntos? ¿La Copa Argentina? ¿Armar un equipo?
¿Qué pensará Newell’s sobre el futuro Newell’s?
Demasiadas preguntas y pocas respuestas. “Es lo que hay muchachos, paciencia”, sentenció el hincha. Y por ahora aparece como lo más coherente.
