Los interesados en comprar dólares en la Argentina podrán hacerlo desde mañana y hasta nuevo aviso sólo en las ventanillas de un banco o una casa de cambio, y tras obtener la autorización Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip).
La medida forma parte de la batería lanzada por el Gobierno de Cristina Kirchner contra la fuga de capitales, que se encuentra ya en los 3.700 millones de dólares mensuales, según diversos relevamientos privados, y ante una sangría de reservas internacionales para sujetar el tipo de cambio.
Para comprar un dólar, los argentinos deberán acercarse a los puestos de venta en forma personal, dado que desde mañana quedará vedada la posibilidad de hacerlo por medios automáticos ya sean cajeros, Internet o lo que se conoce como banca telefónica.
Estas vías de operaciones cambiarias venían ganando protagonismo en los últimos años al punto de que en la actualidad se calcula que canalizaban más del 20 por ciento de las operaciones cambiarias realizadas por individuos.
Pero ahora la posibilidad de comprar divisas por este tipo de canales está «momentáneamente» bloqueada «hasta tanto se haga la adecuación técnica necesaria de los sistemas», reconoció en un comunicado la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), la cámara que agrupa a las entidades de capital extranjero con negocios en el país.