La directora regional para Latinoamérica y el Caribe de Unicef, María Cristina Perceval, dijo que «sin el reforzamiento de la justicia será muy difícil acabar con la impunidad de los femicidios y el maltrato a las mujeres en América Latina». Lo afirmó al presentar en México el programa Spotlight que busca eliminar la violencia machista.
Perceval es una de las voceras del programa Spotlight de la Unión Europea (UE) y las Naciones Unidas (ONU), que dotado con 500 millones de dólares pretende eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres en todo el mundo y en especial en Latinoamérica. El programa se implementará en Argentina, El Salvador, Guatemala, Honduras y México, informó Efe.
La representante de Unicef consideró que la problemática se debe tratar como un «ciclo de vida» entero. «Desde que nace una niña, comienza el ciclo de violencia y sigue y se acumula en casa, en la escuela y en el trabajo. La mayor parte de los trabajos precarios los hacen mujeres», indicó.
Añadió que Latinoamérica y el Caribe tienen la tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo, sólo por debajo del África subsahariana.
«En la región hay un elevado número de adolescentes que se casan con hombres adultos, empujadas por la familia y la pobreza. Se necesita un cambio social, cultural y mental para cambiar este ciclo vicioso», afirmó Perceval.
La experta agregó que este cambio es el más difícil de conseguir aunque sea el objetivo de Spotlight, que esta semana se presentó en la Ciudad de México.
«No podemos imponernos, pero sí empujar a la revisión de usos, costumbres y prácticas que de tan extendidas se han convertido en cotidianas como son la naturalización de la violencia. La normalidad de que a un niño se le puede pegar, a las niñas violar y a la mujer matar porque es un objeto de mi pertenencia», señaló.
Según manifestó, hay que trabajar los estereotipos en la escuela para que niños y niñas aprendan a convivir en un ambiente respetuoso, seguro y libre para todos. «Si esto no se implementa, el pasaporte a la violencia, el maltrato y la violación está asegurado», apuntó.
Por último María Cristina Perceval concluyó: «Uno de los pilares del programa es conseguir que los derechos legales sean reales, y no se queden en papel».