Ya son 10 los días sin contagios de coronavirus en Rosario. El nuevo caso (que confirmó este martes el Ministerio de Salud provincial) se dio en la localidad de María Juana, en el centro oeste santafesino. Por eso, el Ejecutivo municipal está analizando flexibilizar algunas actividades y avanza en un cronograma de horarios para habilitar el funcionamiento del sector comercial en la ciudad.
En ese marco, se le pidió a los bancos que adelanten su horario de atención (están trabajando de 10 a 15 y solicitaron cambiarlo de 8 a 13) para descomprimir la circulación de personas después del mediodía, y a partir de ese horario que trabajen los comercios.
El gobernador Omar Perotti podrá aprobar la propuesta después del 10 de mayo, cuando venza la cuarentena obligatoria, anunciada por el presidente Alberto Fernández.
El intendente Pablo Javkin y el gobernador de la provincia apuntan a que a partir del lunes próximo las actividades puedan ser administradas por el municipio local.
Javkin sostuvo que Rosario «está en condiciones» de reactivar distintos sectores de la economía de la ciudad. La idea es organizar actividades «por bloques horarios, sin descuidar la cuestión sanitaria y evitando la saturación del transporte público».
El intendente remarcó que si bien los resultados son buenos hay que estar atentos. Además, dijo que cuando se dieron dos casos en barrios populares la intervención fue inmediata.
El jefe del Palacio de los Leones aseguró que la clave es el control del transporte público para evitar las aglomeraciones: «Con la provincia tramitamos la nueva apertura de rubros. Vamos a dividir la ciudad en dos bloques horarios».
Todas las voces, todas
Se sabe que la actividad comercial es una de las más castigadas por la pandemia. Desde la Asociación Civil Casco Histórico, que conduce Fabio Acosta, están a la espera de que la semana que viene los comercios vuelvan a funcionar con los protocolos sanitarios correspondientes.
La idea está puesta en que el comercio funcione de tarde. Esto no significa un problema para los comercios de barrio, pero a la vez no convence a los comerciantes del centro que quieren aprovechar la circulación durante la actividad bancaria.
Para el Ejecutivo municipal no es una posibilidad compatibilizar ambas actividades en la zona céntrica, ya que generaría un cuello de botella en el transporte público: podría ser un foco de contagio del Covid-19.
Acosta contó que este martes participó junto a representantes de distintos sectores productivos de una reunión virtual con el gobernador de la provincia, y entre los rubros que se habilitarían, mencionó mudanzas y obras civiles que van a sumarse como herreria, vidriería, carpintería, marmolería y herrajería.
Perotti advirtió en esa reunión que «se viene una etapa donde no volvemos a la normalidad y esto hay que tenerlo en claro; nadie vuelve al comercio, a levantar la persiana y abrir la puerta y seguir como estaba antes».
«Al no haber circulación de personas no sabemos qué es lo que va a pasar. Tenemos que abrir los locales y ver. Muchos comercios ya entregaron las llaves. La situación es muy crítica», remarcó el presidente de Casco Histórico.
La zona céntrica nuclea unos 4 mil comercios, desde bulevar Oroño, Pellegrini y el río. Acosta dijo que la ayuda económica para que el pequeño y mediano comerciante es muy difícil.
«Los bancos ganan en las buenas y en las malas. Falta sensibilidad en el sector financiero. Piden muchos requisitos. Algunos sacaron créditos, otros no porque significa seguir endeudándose», lamentó el referente de Casco Histórico.
Y cerró: «Trabajamos en equipo. Este golpe fue parejo para todos. A partir de la cuarta etapa de la cuarentena los intendentes van a tener poder de decisión. El panorama es muy negro. Se nos vino la noche».
Calle San Luis
Por su parte, Miguel Rucco, presidente de la Asociación de Comerciantes de calle San Luis, cuestionó el hecho de que los comercios puedan abrir solo por la tarde.
“Abrir unas horas por la tarde no nos va a salvar del mes y poco más que tuvimos los negocios cerrados; sería solo una ayuda. El clima condiciona. A las 17, en calle San Luis, en la peatonal Córdoba y en el Paseo del Siglo ya no queda un alma, no pasan ni los perros. Y entendemos que el transporte público no puede ir abarrotado de gente”, contó el comerciante.
Rucco dijo que estaban esperanzados en recibir una ayuda del Estado, pero no llegó de la forma en que lo necesitaban. “Los créditos que otorgaron los bancos se dieron a cuentagotas con demasiadas restricciones, y muchos comerciantes quedaron excluídos. El Banco Municipal, que anunció créditos con bombos y platillos, ya no tiene cupos. En una semana se agotaron las solicitudes”, dijo.
El referente del centro comercial de calle San Luis dijo que lo importante son las fuentes laborales. En la zona hay más de 500 comercios, que emplean a unos 3 mil trabajadores, y por consecuencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio, ya bajaron las persianas (definitivamente) tres locales.
Rucco contó que otra de las ventas que perdieron fue la de los comisionistas y los paqueteros (los que venden por la calle). “Esa gente no tiene ni para comer porque vive al día”, dijo.
El comerciante, que tiene a cargo un local de ventas de juguetes y regalería, hizo hincapié en que el ingreso de los comercios “es cero” y tienen los mismos gastos fijos.
“No hay dudas que la salud es lo más importante. No voy a discutir lo que dice un infectólogo, soy comerciante, pero si tuviera una respuesta del Estado para salvar los meses de alquiler que debo y los impuestos sería otro el panorama. Ni siquiera estamos recibiendo una exención impositiva”, señaló.
En referencia a las ventas on line, Rucco dijo que sólo generan alrededor de un 10 por ciento: “Estoy vendiendo solo juegos de mesa, como naipes ajedrez, ludo, oca, de ingenio y rompecabezas”.
Y cerró: “Hay comercios que tienen espalda financiera para sostenerse, pero muchos somos los que vivimos al día. El sindicato de Empleados de Comercio no nos hizo un guiño ante ésta situación. Esperamos urgente una ayuda del Estado”.
Despoblado
A un mes y medio de la parálisis de la actividad, otros comerciantes del centro de Rosario también advirtieron que no pueden sostenerse sin ingresos, ni acceso a subsidios o a créditos de tasa cero, mientras que en paralelo les llegan los gastos centrales y las boletas de los servicios.
Reunidos en Córdoba y Sarmiento para contar el impacto del aislamiento por el coronavirus, afirmaron al portal Rosario3 que varios titulares de negocios ya “fueron a retirar sus mercaderías, cerraron y se fueron”.
El grupo dijo representar a unos 700 locales distribuidos en unas 14 galerías, desde Corrientes a Maipú. «No tenemos subsidios, no nos habilitan los créditos a tasa cero, no nos condonan los servicios. Como no estamos en los barrios sino en el centro nos están discriminando”, dijo Claudia, dueña de un local.
Claudia agregó: “El pedido es que alguien nos escuche. El presidente dijo que no iba a abandonar a ningún argentino; entonces Alberto: no nos abandones porque estamos muy mal”.
Otro de los comerciantes reprochó que “si te atrasas con la luz te cobran un recargo” y así “va a quedar mucha gente en el camino”. “La gente que tenía un pesito ahorrado ya lo gastó. No se le puede pagar a las personas que tenemos a cargo”, agregó.
“Necesitamos ayuda y abrir con un protocolo aunque sea con un horario acotado. Tenemos un montón de gastos que no los podemos paliar”, dijo otro de los voceros.