Marcela Alejandra Arroyo tiene 35 años, es madre de una niña de 9 y está internada en terapia intensiva en la Fundación Favaloro desde hace una semana. Necesita un trasplante bipulmonar y el viernes pasado entró en Emergencia Nacional.
A través de su familia, intenta dar a conocer su situación y concientizar acerca de la importancia de la donación. «Todos nos imaginamos como donantes y es muy duro, pero todos podemos ser receptores», dijo su cuñada Marta.
Marcela tardó alrededor de cuatro años en llegar a su diagnóstico, hasta que se lo detectaron en 2010: fibrosis pulmonar idiopática («una enfermedad que avanza de forma terrible», según Marta). Antes de ello, sufrió neumonías cada vez más graves, lo cual empeoró su situación de salud.
La familia hizo especial hincapié en agradecer el trato recibido en la Fundación Favaloro, así como también en la empresa donde la mujer trabaja.
Desde hace cuatro meses Marcela es parte de la lista de espera del Incucai. Sus allegados apelan a la buena voluntad de quienes pasen por la difícil situación de perder un ser querido con una única seguridad: «Estarán ayudando a que otra persona siga viviendo».