La dirigencia de Rosario Central aguarda reunirse entre hoy y mañana con Eduardo Coudet y su cuerpo técnico para saber si continuarán al frente del plantel. En principio, el cónclave entre el Chacho y los directivos se daría en el predio de Arroyo Seco. Y si bien la respuesta del DT sigue siendo toda una incógnita, los dirigentes auriazules mantienen un marcado optimismo acerca de la continuidad de Coudet.
Apenas finalizado el partido del jueves pasado, en Medellín ante Atlético Nacional, el Chacho dejó en claro que le iba a ser “muy difícil” seguir siendo el técnico auriazul. De aquellas declaraciones post eliminación de Copa Libertadores, a hoy, flota la sensación de que la continuidad del cuerpo técnico es posible. Aunque esa impresión optimista que reina al respecto en el Mundo Central, tiene mucho más que ver con la intuición que con alguna certeza.
Hace un par de meses atrás, a mediados de marzo, Coudet les adelantó a los dirigentes de Central que, en caso de no avanzar a las semifinales de la Copa Libertadores, o de no ganar el torneo local, entendía que su ciclo como entrenador auriazul estaba cerrado. Y ese escenario fue el que se dio apenas concluido el encuentro revancha de cuartos de final ante los colombianos de Atlético Nacional. Por eso, ningún directivo se mostró sorprendido por los dichos del Chacho en aquella conferencia de prensa en Medellín.
Sin embargo, a una semana de aquel episodio, los dirigentes de Central esperan con cierto optimismo el cónclave de las próximas horas con Coudet.
Especulaciones periodísticas de lado, las dudas del Chacho por mantenerse en el cargo tienen que ver con que hay factores positivos y negativos que giran alrededor de la continuidad. De lo contrario, la respuesta al respecto ya se conocería desde hace varios días.
Las razones para un “no”
Tras un año y medio de intenso trabajo como DT Canalla, Coudet sintió el desgaste. Y, evidentemente, entendió que en caso de no lograr alguno de los objetivos trazados, le sería muy complejo volver a motivar al plantel. Se podrá discutir si el técnico puso la vara muy alta, pero lo concreto es que el equipo no alcanzó las metas impuestas de antemano.
Además, el Chacho entiende que, después de las buenas campañas realizadas, habrá ofrecimientos de otros clubes por varios jugadores. Y que no será sencillo retenerlos. Ni mucho menos, reemplazarlos. Y aunque los dirigentes se comprometan a tratar de mantener el plantel, es imposible asegurarlo. De arranque, ya no está Franco Cervi; y en unos meses más pasará lo mismo con Giovani Lo Celso. Seguramente, a la hora de analizar su futuro laboral, este factor no pasó inadvertido para Coudet.
Pero también, y planteando la situación estrictamente desde lo profesional, el Chacho generó un buen currículum como entrenador a partir de su experiencia en Central. Y esto le podría abrir puertas en otros clubes, tanto de la Argentina como del exterior. Quedarse otro año en Arroyito, implicaría poner en juego lo conseguido. En este sentido, la única mejora en su carrera sería lograr un título, una de las pocas cosas, nada menor, que no consiguió Coudet en el Canalla.
Las razones para un “sí”
Después de la intensidad con la que Coudet trabajó en su primer año y medio como técnico profesional, parece difícil imaginarlo ahora de licencia. Y este factor puede incidir en la decisión del Chacho. Seguir en Central, antes que nada, implica una continuidad laboral.
Además, si bien es cierto que se irán algunos jugadores, también es verdad que habrá un parate importante antes de que arranque el nuevo torneo. Eso sería en los primeros días de agosto próximo. Por lo tanto, Coudet tendría un tiempo razonable como para buscar reemplazantes de los que emigren.
La disponibilidad económica también jugaría a favor de la chance de sumar refuerzos de jerarquía. En los próximos días se anunciará la millonaria venta de Lo Celso. Y será difícil evitar un par de transferencias más. Por lo tanto, habrá respaldo económico como para tentar a los jugadores que Coudet apunte.
Flamengo vuelve a la carga
La dirigencia de Rosario Central planea retener a la mayoría de los futbolistas del plantel.
Pero en algunos casos, el objetivo no será sencillo de cumplir. En esa situación aparece Alejandro Donatti. Es que, como en el libro de pases de principio de año, el defensor aparece en la mira de Flamengo de Brasil.
Los cariocas necesitan reforzar la última línea, y el nombre del rafaelino asoma como el que mejor cierra para sus pretensiones. De todos modos, y más allá de lo que consignan algunos medios brasileños, la directiva Canalla no recibió aún ninguna oferta de parte del Fla.
Según los sitios digitales de Lance y Oglobo, dos de los más reconocidos diarios de Brasil, Alejandro Donatti es el defensor señalado por la dirigencia de Flamengo para reforzar la última línea del equipo que dirige Muricy Ramalho.
Los cariocas estarían dispuestos a pagar los dos millones y medio de dólares en los que está tasado, según la cláusula de rescisión de su contrato, la mitad del pase.
La idea de los brasileños es la de avanzar lo antes posible con la negociación, ya que el libro de pases en ese fútbol abre el próximo 20 de junio. De todos modos, Central todavía no recibió ninguna propuesta formal por la compra de la mitad del pase del defensor.
Así, para Flamengo, la chance de sumar a Donatti estaría por encima de otros apuntados, entre los que se encuentran el uruguayo Diego Polenta, de Nacional de Montevideo; o el ecuatoriano Arturo Mina, que juega en Independiente del Valle, uno de los cuatro semifinalistas de esta edición de la Libertadores.
Otro que figura en la nómina es Jonathan Schunke, de Estudiantes de La Plata, pero aparece por debajo de la consideración de Donatti.
El Flaco, que tiene 29 años, viene de jugar una buena Copa Libertadores. En el torneo más importante de clubes de América, Donatti participó en nueve de los diez partidos del Canalla; y marcó 4 goles, todos de cabeza.