La Cámara de Apelaciones de Rosario confirmó este miércoles la falta de mérito para un empresario que había quedado involucrado en una causa por lavado de activos seguida a Los Monos y a Mauricio Yebra, mano derecha del sindicalista Marcelo Balcedo, informaron fuentes judiciales.
El tribunal de alzada ratificó una resolución de primera instancia que desliga al empresario rosarino Alejandro Milberg de una investigación que su abogado consideró «disparatada» y que «le ocasionó daños comercial y social».
«Es notable el daño comercial que le hicieron a mi cliente, que perdió franquicias en Estados Unidos y tuvo que dejar el negocio en ese país», dijo el abogado Paul Krupnik, representante de Milberg.
Según la investigación, Milberg había quedado involucrado en el caso porque Yebra, mano derecha de Balcedo, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme), adquirió un automóvil BMW Z4 que había pertenecido al empresario.
Paralelamente, en 2015, la Unidad de Información Financiera (UIF) emitió un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) por un movimiento de dinero de Milberg en la cuenta que poseía en una mutual.
Fuentes judiciales señalaron que la causa había perdido ímpetu hasta que Balcedo fue detenido en Punta del Este y procesado por lavado de activo, causa en la que también está involucrado su asistente Yebra.
Según un informe de la UIF, Yebra movió más de 50 millones de pesos entre 2012 y 2013 y el organismo sospechaba que podría tener vinculación con el dinero de origen ilegal de «Los Monos» por la venta de drogas.
El nivel patrimonial de Milberg, quien vende franquicias de comercios gastronómicos y explota tres del Instituto Argentino de Computación además de participar de otras sociedades, llamó la atención de la UIF.
En la causa, se enumeran varios vehículos a su nombre y cédulas verdes o autorizaciones de otros automotores, propiedades inmuebles y «operaciones registradas en su cuenta en la entidad Mutual Agro, Industria y Comercio de Santa Fe», que recibió depósitos por dos millones de pesos entre enero y abril de 2012.
Según su abogado, el empresario pudo demostrar que se trataba del pago de decenas de franquicias que Milberg explota en todo el país y el exterior.
De acuerdo a la resolución de la Cámara de Apelaciones, «de las constancias obrantes en la causa surge que Milberg posee un perfil comercial y económico que permite justificar las exteriorizaciones patrimoniales imputadas como lícitas».
El abogado Krupnik dijo que su cliente sufrió un importante «daño comercial y social» por la exposición de su nombre y que ante oficios de la UIF a entidades bancarias de Estados Unidos «donde tenía cuentas desde hacía diez años, le bajaron todas las cuentas y tuvo que cerrar el negocio allá».