La vida de una pareja signada por la violencia, la pobreza y la adicción terminó en tragedia cuando, luego de una pelea, una mujer de 28 años fue a su vivienda ubicada en la zona oeste, la prendió fuego y se fue del lugar con su hija. Su pareja, que se encontraba con un vecino, vio las llamas y pensó que su familia estaba en el interior de la casilla, por lo que rompió la puerta e ingresó a la vivienda. Cuando el hombre logró salir del lugar tenía quemaduras en el 70 por ciento del cuerpo y una semana después falleció a raíz de las lesiones sufridas. La mujer fue detenida y acusada de incendio seguido de homicidio, aunque el transcurso de la investigación determinó que el hombre ingresó por sus propios medios cuando la vivienda ardía a pesar de la oposición de su vecino. Ante este panorama, el Juzgado de Instrucción de la 13ª Nominación –a cargo del caso– descartó la responsabilidad de la mujer en el homicidio y la procesó por incendio doloso en calidad de autora. A su vez le aplicó una serie de medidas relacionadas con su libertad como presentarse mensualmente en el Tribunal y realizar un tratamiento terapéutico en relación con su adicción a las drogas bajo apercibimiento de revocarle la libertad otorgada.
La noche del 22 de enero, “la Pelada”, como se conoce a I.N.L., discutió con su pareja en la vivienda que compartían en un asentamiento precario ubicado en inmediaciones de 27 de Febrero y Colombres.
Según refirió la mujer en el descargo, su concubino la agredió verbal y físicamente (no era la primera vez), por lo que decidió irse del lugar junto a su hija de 9 años, no sin antes prender fuego “el rancho” donde residía la familia.
Su pareja, en tanto, identificada con las iniciales G.A.P., se encontraba en el patio de una casa vecina junto a su dueño, escuchando música y tomando cerveza cuando vio las llamas. Según el testimonio del amigo y vecino del hombre, ambos corrieron hacia la casilla que estaba cerrada y G.A.P se empezó a desesperar pensando que su familia estaba en el interior.
Como pudo, el hombre logró abrir la puerta e ingresó a la casa en llamas a pesar de la oposición de su compañero. Momentos después salió con el 70 por ciento del cuerpo quemado por lo que fue derivado al hospital donde permaneció internado hasta que el 29 de enero falleció a consecuencia de las heridas sufridas, refiere el fallo.
Las hermanas de la víctima acusaron a su cuñada de quemar al hombre en base a versiones que escucharon en el barrio, aunque durante la instrucción no se determinó que dicha acusación fuera cierta. La Pelada admitió haber iniciado el incendio aunque aseguró que su concubino no estaba en el lugar, lo que fue corroborado por el amigo del hombre, quien además sostuvo que su vecino entró voluntariamente a la casa en llamas a pesar de su intento de convencerlo que no lo hiciera. Por lo que el juez Gustavo Pérez de Urrechu entendió que, si bien por el accionar de la mujer se produjo la muerte de su concubino, no se probó su responsabilidad en el deceso ya que el hombre ingresó a la vivienda cuando la Pelada ya se había retirado y la casa estaba cerrada y en llamas.
El magistrado resolvió procesar a I.N.L. por el delito de incendio doloso en calidad de autora, descartó su responsabilidad en la muerte de su pareja y trabó una fianza sobre sus bienes de 15 mil pesos. A su vez, dispuso la libertad de la mujer bajo ciertas reglas de conducta que la Pelada deberá cumplir como fijar domicilio, presentarse una vez al mes en el Tribunal, someterse al cuidado de una persona mayor de edad y realizar un tratamiento terapéutico respecto de su adicción a las drogas bajo apercibimiento de revocarle la libertad concedida.