El suboficial de la Armada, Andrés Fherembacher, negó hoy las versiones de que su padre, Francisco Fherembacher, ubicado en una zona rural de Entre Ríos, estaba en estado de abandono.
El ex combatiente de Malvinas Francisco Fherembacher, cuya existencia era ignorada por organizaciones de ese tipo, fue ubicado en una zona rural de Concordia, en Entre Ríos, donde vive con un hermano y vecino a otros familiares, quienes lo ayudan ante los problemas psicológicos que padece.
Su hijo Andrés, buzo táctico de la Armada, dijo que su padre, quien fue maquinista en el destructor Comodoro Py durante el conflicto con el grado de cabo primero, vive en la zona de La Criolla, con su hermano Luis, y negó las versiones de que estaba en estado de abandono.
Dirigentes del Centro de ex Combatientes de Malvinas de Concordia habían manifestado que Fherenbacher estaba en completo estado de abandono en una quinta también abandonada en medio del monte, en la más absoluta pobreza.
Su hijo, suboficial segundo con destino en Mar del Plata, aclaró que «vive en una casa grande de campo, con mi tío Luis, y es vecino de mi otro tío Carlitos Jarlis, que vive con su señora y mis primos».
«La casa donde vive es humilde pero no está abandonada; no tiene electricidad porque no hay tendido en ese lugar, pero tienen un generador propio y pozo de agua potable», añadió.
También explicó que «yo no lo veo desde hace poco más de un mes porque estuve destinado en Ushuaia y permanecimos varados varios días; llegué el viernes a Mar del plata y ahora estoy viajando hacia Concordia».
«Yo viajo una vez por mes a verlo, lo ayudo en todo lo que puedo, lo llevo al médico y sé que mi tío Luis lo ayuda y mis otros tíos vecinos siempre le dan una mano».
El joven Fherembacher contó que en 2007 su padre «enfermó de lo psicológico y entonces yo fui hasta el Centro de ex combatientes de Concordia, para que me dieran una mano para reiniciar los papeles para su atención y la pensión, que me marcaran el camino».
«Lo primero que me preguntaron fue si él era personal de cuadro -de carrera- y cuando les dijo que sí, igual que yo, me dieron vuelta la cara, porque la mayoría de ellos fueron conscriptos, y no me dijeron cómo hacer los trámites», se quejó.
Como las gestiones en la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) se complicaban y pedían testigos y documentación, «ingresó todo vía judicial para poder obtener la obra social y la pensión y ahora todo está en manos de la doctora Warner, de Concordia, y yo mañana me estoy comunicando con ella».
«Por eso mi padre no tiene obra social ni subsidio por veterano, pero no es verdad que esté en situación de abandono, ya que mis tíos y primos lo cuidan», reiteró.
Por otra parte, fuentes de Defensa confirmaron que desde mayo de este año, avanza el proceso de otorgamiento de la pensión como veterano.
Andrés Fherembacher, precisó también que «es cierto que lo mordió un perro en la mano, pero fue atendido porque mi primo lo llevó a Concordia, a 30 kilómetros, y estuvo con él hasta la madrugada mientras lo curaban y lo llevó de vuelta».
Tras comentar que «en el edificio Libertad le dieron medallas y certificados como ex combatiente de Malvinas» agregó: «dudo que los vecinos hayan dicho lo que se publicó, que está abandonado y en condiciones miserables, ellos no dirían algo que no es cierto; creo que deberían hablar directamente con los vecinos».