Para Ricardo Terrile, escuchar los argumentos en contra de la despenalización del aborto es retroceder 30 años. El abogado constitucionalista santafesino fue diputado en los primeros años del regreso de la democracia y uno de los redactores de la ley de Divorcio sancionada en 1987. Ve los grupos que entonces se oponían al divorcio reflejados en los actuales opositores a los proyectos de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que se debaten en el Congreso Nacional.
“Los que estaban en contra eran los sectores más conservadores de la sociedad, con la Iglesia Católica y el Opus Dei a la cabeza. Pasó lo mismo con el matrimonio igualitario. Y hoy vemos que se repiten los mismos argumentos que hace 30 años. Hay una intención de que la concepción católica sea el elemento que tome el legislador para votar cuando somos un país laico”, dijo en diálogo con El Ciudadano.
Terrile fue uno de los expositores invitados este jueves para hablar en el Congreso Nacional a favor de la despenalización del aborto. Es abogado constitucionalista y docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El debate en el plenario de las comisiones de Legislación General, Salud, Legislación Penal y Familia comenzó el 10 de abril. Hay nueve proyectos de IVE presentados. El de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito es el que más apoyos tiene, con 71 firmas, y desde 2007 fue presentado siete veces. Este año llegó por primera vez a las comisiones. Todos los martes y jueves de 9.30 a 13 y de 14.30 a 18 referentes y especialistas a favor y en contra de la iniciativa dan sus argumentos y contestan las preguntas de las y los diputados. En total son 700 y este jueves la mayoría de los invitados son abogados. La semana pasada hubo una fuerte presencia de profesionales de la salud, con siete representantes de Rosario. Cuando finalicen las exposiciones las comisiones deberán dar dictamen para llegar al recinto. Se espera que la votación sea en junio, antes del debut en el Mundial de Argentina.
El abogado centró su exposición en los fundamentos constitucionales y convencionales que justifican la despenalización del aborto. “No hay en nuestro país derechos absolutos. El derecho a la vida no es absoluto, como tampoco lo es a la intimidad, privacidad o propiedad”, explicó. Según Terrile el derecho a la vida está reglamentado en el código penal argentino desde hace casi cien años y en 1921 se planteó la despenalización del aborto cuando está en riesgo la salud de la mujer y en casos de violación. “Esto significa que en esos casos el médico no debe dudar y salvar la vida de la mujer antes que la del feto”, agregó.
De acuerdo con el letrado, todos los instrumentos internacionales de derechos humanos que han sido citados en el debate refieren la protección del derecho a la vida de todos los individuos. “Es importante remarcar que los tratados no distinguen entre personas por nacer y nacidas. Por eso hay que tener cuidado. Hay sectores que quieren hacer más punible a una mujer que se somete a un aborto que el homicidio”, explicó.
Terrile recordó que cuando escribió el texto de la ley de Divorcio planteaba que era necesario un sinceramiento de las relaciones de familia. “No podíamos ser indiferentes a que los matrimonios se separan. Y hoy frente a un hecho incontrastable que es cómo mueren o terminan estériles cientos de mujeres en Argentina tenemos que enfrentar esta situación y no es con la penalización”, opinó el ex diputado.
Para él, la legalización del aborto responde a un proceso evolutivo de la democracia argentina, que empezó con la sanción de la ley de divorcio. “No pueden primar en el debate los argumentos religiosos porque Argentina es un país laico. ¿Con qué hipocresía la iglesia nos plantea que tenemos que educar sexualmente mientras enfatiza que los preservativos no son un mandato divino? Hay una postura en el Congreso que juega claramente en favor de un argumento hipócrita».