Familiares, amigos y vecinos de Claudia Arias (31), Marta Susana Ortíz (53) y Cecilda Vicenta Díaz de Ortíz (90), las tres mujeres asesinadas el domingo a la madrugada en el barrio Trapiche, en el departamento mendocino de Godoy Cruz, despidieron sus restos durante una ceremonia íntima. Además, cientos de personas se acercaron a la casa velatoria para darle el último adiós a las víctimas.
Durante las exequias la calle fue cerrada y la Policía y efectivos de tránsito municipales montaron un operativo de prevención y acompañaron el cortejo.
También se acercó a la casa mortuoria personal de Aguas Mendocinas, la empresa de servicios públicos donde Marta Ortíz era jefa de Laboratorio. Un ingeniero de esa empresa le comentó a la agencia Télam la consternación que se vive en la firma, donde no salen de su estupor por el triple crimen.
El cortejo fúnebre, encabezado por el vehículo que llevaba el ataúd de la abuela, conocida como”Doña Ñata”, seguido por el de su hija Marta y de Claudia, partió con los cuerpos alrededor de las 15.40 al cementerio privado Parque Jardín Mendoza, en el departamento de Luján de Cuyo. El recorrido hasta el Parque de Descanso de Luján, incluía la casa del gobernador Cornejo, quien vive a unas cuadras de las salas velatorias, en el barrio Bancario. Sin embargo, un operativo policial impidió el paso de las carrozas por la puerta del domicilio del mandatario.
Rolando Arias, el padre de Claudia, aseguró que cree que el crimen múltiple fue “totalmente premeditado” y que el hombre detenido “tenía pensado hasta el mínimo detalle”.
El profesor de taekwondo es “absolutamente imputable”
Por su parte, el procurador de la Corte de Justicia mendocina, Alejandro Gullé, afirmó que el profesor de taekwondo Daniel Zalazar, acusado del triple crimen, es “absolutamente imputable” y que “hay suficientes elementos que lo ubican en la escena del crimen”.
Gullé aclaró además que el resultado de pericias que se le efectuaron tras su detención demostró que “estuvo ubicado en tiempo y espacio”.
El procurador aseveró: “Hay suficientes elementos que lo ponen a Zalazar en el lugar del hecho”, y mencionó que los indicios más fuertes contra el acusado son “el relato de los niños, que dijeron que el agresor en la vivienda era él”.