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Despistado: robó, corrió y se escondió en comisaría

Procesan a marplatense que tras un frustrado arrebato quiso escabullirse por un pasillo de la seccional 6ª.

Tan sólo cuatro días tardó el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna para procesar a un muchacho por tentativa de robo. La rapidez de la resolución, una rareza en las causas judiciales, se debió a que luego de pretender arrebatar una cartera, el imputado cayó de inmediato: intentó burlar a sus perseguidores refugiándose en una comisaría. Es que el muchacho, un albañil de 19 años oriundo de Mar del Plata, desconocía la geografía de la ciudad y en el apuro corrió a esconderse en el primer lugar que encontró.

El insólito hecho tuvo lugar durante la tarde del lunes pasado en barrio Echesortu. Allí, en la intersección de las calles San Juan y Vera Mujica una mujer sufrió el arrebato de su bolso por parte de un muchacho que luego fue identificado como Adrián Alejandro C.

Entre gritos y forcejeos, la señora cayó al piso y el joven, todo un amateur, soltó lo sustraído y corrió lo más rápido que pudo hasta escurrirse en un ancho pasillo. La situación fue percibida por un automovilista que recogió la cartera y se la devolvió a la señora, quien se reincorporó y siguió al muchacho, a al que vio entrar, al igual que otras personas que se sumaron a la persecución, en un lugar “que tenía banderas colgadas”.

Mientras la mujer señalaba a los gritos el lugar en el que se había escondido el frustrado ladronzuelo y las características físicas del mismo, efectivos de la seccional 6ª le dieron paso al fugitivo con la voz de “adelante”, según se desprende de la resolución judicial, ya que el muchacho se había metido en el ingreso lateral de la comisaría.

Al momento de su detención, alrededor de las 14 del lunes, el joven se encontraba sentado en el pasillo del ingreso lateral de la comisaría ubicada en San Luis al 3200.

Pese a que no tenía ni armas ni algún objeto robado en su poder, su aspecto coincidía con las características aportadas momentos antes por transeúntes y la víctima del arrebato: “Una campera azul con mangas verdes y vivos blancos, jeans color negro y zapatillas negras también con vivos blancos”.

El muchacho, que no poseía ningún elemento de peligrosidad y –al parecer– mucho menos experiencia en ese tipo de accionar, asumió entonces la autoría del intento de robo no sin antes relatar su desgracia.

Según dijo en su declaración indagatoria, vino a la ciudad de Rosario junto a su cuñado en busca de trabajo, pero “en todos lados nos pedían currículum y planillas”, algo que no tenían previsto.

A esos males se sumó que, cuando se les “estaba terminando la plata”, su cuñado se volvió a la ciudad costera y lo “dejó en banda”.

El joven albañil dijo que quedó tan desamparado que ni siquiera tenía dinero para volver a sus pagos, por lo que intentó robar. Y finalizó su declaración explicando que al darse cuenta de lo que había hecho, tiró la cartera y fue a la comisaría a entregarse.

Luego de recibir testimoniales de la víctima y del efectivo policial que “recibió” al acusado, el juez de Instrucción de la 4ª Nominación, Juan Carlos Vienna, procesó al muchacho por el delito de robo en grado de tentativa.

En la misma resolución, el magistrado mantuvo el estado de libertad del imputado, quien no goza de antecedentes penales, y trabó un embargo sobre sus bienes por la suma de mil pesos.

Entre los argumentos del fallo, el juez expresa que “la pronta actuación del personal policial y la solidaridad de personas desinteresadas que colaboraron permitió la detención de Adrián Alejandro C., ello sumado a su propia confesión y a los testimonios descriptos”.

El grado de tentativa se debe a que si bien el muchacho alcanzó a quitarle la cartera a la señora la arrojó al piso a escasos metros de la escena sin concretar el robo.

Según el fallo, en su declaración la mujer aclaró que “el muchacho no llegó a sustraerle elemento alguno, que sólo le arrebató la cartera pero que todo el contenido estaba en su interior cuando le fue devuelta”. Asimismo, la mujer dijo que resultó lesionada al caer al piso pero en sede judicial reiteró que no era su intención instar la acción penal por lesiones leves.