Este martes quedará en la memoria como el día de las condenas a los acusados por la Tragedia de Once. Para algunos, ligados a las víctimas, los fallos fueron escasos, pero para Leandro Despouy, extitular de la Auditoría General de la Nación, fueron «trascendentes», optando por ver el vaso medio lleno y juzgar que «comenzará una nueva historia en la lucha contra la corrupción».
«Es un fallo trascedente. Se puede esperar condenas más profundas, pero tienen gran significación para la historia», opinó el ex Auditor GEneral.
A criterio de Despouy, las condenas «marcan un antes y un después, porque fijan la responsabilidad empresarial y estatal. Puede ser el comienzo de una nueva historia contra la corrupción».
Poco antes de la Tragedia de Once, ocurrida el 22 de febrero de 2012, la AGN presentó un informe firmado por el propio Despouy en el que detalla el estado de los trenes que controlaba la empresa TBA, propiedad de los hermanos Cirigliano, dos de ellos condenados este martes.
Según el estudio, hubo una falta concreta y sistema de mantenimiento y de estado general que tuvo «consecuencias directas en la seguridad del sistema ferroviario». Luego del accidente, el informe fue agregado a la causa como prueba.