Después de un año distinto para la Selección Argentina, que comenzó con Carlos Borrello como entrenador y terminó con Germán Portanova al mando, el combinado nacional tendrá este año un gran desafío por delante: la Copa América.
Después de muchos pedidos, principalmente de las jugadoras, el año que pasó para el combinado nacional fue de los más activos, con mucho rodaje internacional y también cambios en los mandos.
En el inicio, después de meses de pausa por la pandemia, la Selección fue protagonista de uno de los torneos amistosos más prestigiosos del fútbol femenino: la She Believes Cup. En el campo del Orlando Pride, Argentina tuvo la posibilidad de medirse ante Brasil, Canadá y Estados Unidos, tres selecciones que integran el top 10 del ranking Fifa. En suelo norteamericano debutaron dos jugadoras que lograron continuidad en las siguientes convocatorias: Romina Núñez y Sophia Braun, esta última proveniente de la última camada Sub 20.
Ya en la fecha Fifa de abril, el combinado nacional viajó hacia Bilbao, España, para disputar la primera edición de la Basque Country International Women’s Cup con las selecciones de Venezuela y del País Vasco.
A mitad de año llegaron los cambios en el mando: Germán Portanova asumió la conducción del equipo y Carlos Borrello se hizo cargo de la coordinación de las selecciones.
Inmediatamente después de la asunción del ex DT de UAI Urquiza, la Albiceleste visitó Joao Pessoa para jugar dos exigentes amistosos ante Brasil. Estos encuentros marcaron el debut de Julieta Cruz, lateral de Boca que suma ya varias presencias con la Celeste y Blanca.
En octubre, visitó tierras mexicanas y enfrentó al seleccionado local y a las Chivas de Guadalajara.
El cierre viajó a Quito, Ecuador, con la incorporación de cinco juveniles en la convocatoria. Tres de ellas (Agostina Holzheier, Paulina Gramaglia y Maricel Pereyra) pudieron disfrutar de su primer partido con la Selección Mayor, ganando experiencia de cara al Sudamericano Sub 20 del próximo año. A pesar de los 2800 metros sobre el nivel del mar y de la intensa lluvia durante el segundo partido, Argentina culminó el 2021 con dos empates, rompiendo así una racha negativa que registraba dos derrotas en igual cantidad de cotejos en suelo ecuatoriano.
En total, se disputaron nueve encuentros a lo largo del 2021, enfocándose así en la preparación para el gran objetivo de este ciclo: la Copa América que se desarrollará en Colombia entre el 8 y el 30 de julio.
El balance del DT
Germán Portanova analizó el presente de la Selección Argentina y consideró que el balance “es positivo”. El nuevo DT del combinado nacional tendrá este año un desafío importante: la Copa América. El certamen otorga tres plazas directas al próximo Mundial que se disputará en Australia y Nueva Zelanda en 2023.
“El encuentro del cuerpo técnico con las jugadoras muestra una buena predisposición. Se ve que quieren seguir una idea, se ven buenos entrenamientos, se vieron secuencias buenas de partido que debemos prolongar”, afirmó Portanova. Y continuó: “Obviamente hay mucho por mejorar. Jugamos siempre de visitante y eso nos da condimentos muy buenos porque nos enfrenta a distintas adversidades: el clima y la cancha en Brasil, México y el arbitraje, Ecuador y la altura… Son todas circunstancias que las jugadoras supieron enfrentar de buena manera”.
Sobre el trabajo a futuro, Portanova destacó que, si bien estuvieron como grupo 28 días juntos y juntas, quieren seguir armando un “equipo” y “eso se hace en el día a día”.
“Estoy muy contento, con mucha esperanza y con mucha fe de que podamos hacer un buen papel en la Copa América. Todos estos partidos son para eso: para llegar bien a la competencia. Queremos dejar un sello de nuestro trabajo, en nuestro juego y en nuestro trato. Los entrenadores podemos ir a fondo con eso, después el resultado no es algo matemático. Que se hable bien de nuestro trabajo, de nuestros entrenamientos, de nuestras formas, eso es importante para el crecimiento del fútbol femenino”, dijo Portanova para finalizar.
