El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro, destacaron este martes el rol del movimiento obrero organizado que se enfrentó a la última dictadura militar con el objetivo de recuperar la democracia, al conmemorarse el 39° aniversario de la movilización a Plaza de Mayo realizada en marzo de 1982 por los sindicatos enrolados en la denominada CGT Brasil, que comandaba el sindicalista Saúl Ubaldini.
En su cuenta de Twitter, Cafiero recordó: «Encabezados por Saúl Ubaldini, el 30 de marzo de 1982, en plena dictadura, los sindicatos de la CGT Brasil se unieron en un grito: ‘Paz, Pan y Trabajo'».
Al respecto, consideró: «El movimiento obrero organizado tuvo un rol central en la lucha por la vuelta de la democracia y merece ese reconocimiento».
El jefe de Gabinete acompañó su mensaje en redes sociales con una foto de aquella jornada de protesta en la que se ve a Saúl Ubaldini con su tradicional campera de cuero negra y un megáfono en Plaza de Mayo, de espalda a la Casa Rosada, por entonces ocupada por el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri.
Por su parte, De Pedro manifestó: «Se cumplen 39 años de un hito del movimiento obrero organizado».
«Desafiando al terror que vivía la Argentina, con Saúl Ubaldini y los gremios combativos a la cabeza, 40 mil trabajadores y trabajadoras coparon la Plaza de Mayo. La represión ya no podía callar la voz del pueblo», agregó.
La resistencia gremial tuvo otro capítulo clave en noviembre de 1980, cuando en un abierto desafío a una norma dictada por la dictadura cívico-militar que disolvía la CGT y prohibía la conformación de centrales sindicales -ley 22.105-, un grupo de sindicatos reorganizó la confederación sindical y eligió al gremialista del sector cervecero Ubaldini como secretario general.
Esa central tomó el nombre de CGT Brasil por encontrarse su sede en la calle Brasil, del barrio porteño de Constitución.
Otros hitos de la resistencia sindical a la dictadura ocurrieron durante 1981: el 22 de julio de ese año, la CGT Brasil realizó la segunda huelga general en tiempos de dictadura, mientras que el 7 de agosto, también de 1981, se llevó acabo una movilización a la iglesia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, bajo el lema «Paz y trabajo».
Al año siguiente, el 30 de marzo de 1982, la CGT Brasil convocó a una gran movilización a Plaza de Mayo y en varias ciudades del país, que terminó con miles de detenidos y decenas de heridos producto de la represión.
En la CGT Brasil, acompañaron a Ubaldini, el gremialista Fernando Donaires (papeleros) como secretario adjunto; Roberto García (taxistas); José Rodríguez (Smata); Roberto Digón (tabaco); Osvaldo Borda (caucho); Ricardo Pérez (camioneros) y Carlos Cabrera (mineros), entre otros.
