“Me pelaron, sólo me dejaron la heladera y los colchones”, dijo Silvio ayer por la mañana cuando El Ciudadano llegó hasta su casa de barrio La Sexta para consultarle sobre el robo que había sufrido durante la madrugada. Con las manos aún temblando, el médico contó cómo fue sorprendido mientras dormía por dos desconocidos que lo maniataron y se llevaron, en su auto, todas las cosas de valor que encontraron.
Silvio D. tiene 51 años y se dedica a la medicina laboral. Está separado de su mujer y vive en el primer piso de un edificio ubicado en Viamonte al 500, entre 1º de Mayo y Juan Manuel de Rosas. Su departamento tiene un gran balcón con vista a la calle que, justo debajo, sobre la planta baja, tiene un cantero de poco más de un metro de alto.
Ayer por la madrugada, a eso de las 4, la víctima se despertó de golpe, cuando sintió que le tiraban de los pelos. Ni bien abrió los ojos vio a dos muchachos a los costados de su cama. Uno lo sostenía por la cabeza y el otro le había puesto un cuchillo de cocina en la garganta. “Quedate quieto”, vociferó uno de los recién llegados y le pegó cuatro golpes secos a la altura de la costilla. Silvio acató.
Los ladrones cortaron las sábanas de su cama en tiras y lo ataron de piernas y manos.
También le pusieron varios retazos de tela en la boca para amordazarlo. Con el médico reducido, el dúo actuó con tranquilidad. En una hora y media de trabajo, como si fueran profesionales de las mudanzas, vaciaron la casa de Viamonte al 500. Según los dichos de la víctima, le sacaron un televisor Led de 21 pulgadas y otro de 42. Una consola Playstation 3, cuatro relojes pulsera: dos marca Festina, uno Daytona y el restante Tommy Hilfiger. Un equipo de música, un reproductor de DVD, cadenas de oro y varias joyas, y una notebook. También le robaron plata; un monto de dinero que el entrevistado prefirió no ventilar, pero que de acuerdo con sus dichos “eran los ahorros de toda mi vida, la plata que junté para dejarle a mi hijo”.
Con la casa desarmada, el dúo bajó el botín al palier del edificio, lo sacó a la calle y lo cargó en el Citröen Xsara blanco de Silvio. Cuando el reloj marcaba las 5.30, los dos ladrones subieron al auto y desaparecieron de la casa del médico. Un vecino vio los movimientos extraños y llamó al 911. Unos minutos después del robo un grupo de policías llegó al lugar, tocó la puerta en el departamento de la víctima y del otro lado Silvio les respondió que no les podía abrir, porque estaba maniatado. Los uniformados saltaron a su departamento por una casa lindera y lo liberaron.
De acuerdo con lo que pudieron establecer los investigadores, los ladrones entraron a la vivienda por el balcón, trepando con la ayuda del cantero que hay debajo. Luego levantaron la cortina de eslabones blancos que tapa la ventana que da al dormitorio y tuvieron vía libre. “No había cerrado la persiana del todo para que entre fresco. Así que no les debe haber costado nada entrar”, explicó la víctima.
200 mil pesos
Un hombre y su hija fueron sorprendidos ayer por la madrugada mientras dormían en su casa de la zona sudoeste por ladrones que se llevaron un suculento botín compuesto por dinero y electrodomésticos. Según fuentes policiales, un hombre de 58 años se despertó sobresaltado alrededor de la una de ayer en su casa de Centeno al 3700 al escuchar los gritos de su hija, de 23. De alguna manera habían ingresado asaltantes que tras reducirlos se hicieron con unos 200 mil pesos, una notebook y una mochila con documentación personal, para luego escapar.
