El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la provincia brindó detalles de una fiscalización realizada en el mes de junio en un bar ubicado en Oroño y Güemes. Los inspectores relevaron 32 trabajadores de los cuales un 81 % (26 empleados) no se encontraban registrados. Las autoridades intimaron a los titulares. No es el único espacio gastronómico infractor en la ciudad y fue inaugurado hace pocos meses. Les dijeron que deben presentar la documentación laboral para regularizar la situación de los trabajadores en negro.
Los empleadores no se presentaron a la audiencia pautada para el 17 de julio. El incumplimiento exhibió la falta de voluntad por regularizar la situación por parte de los titulares del establecimiento e implica un agravamiento de la sanción del 5%, contaron desde el ministerio. La multa por cada trabajador no registrado asciende a entre 16.100 a 16.905 pesos si no regularizan. En caso de no asistir a la segunda audiencia de descargo, la sanción aumenta un 10% más. El sistema prevé que si el trabajador es regularizado, la multa disminuye a un 25%.
El subsecretario de Fiscalización del Trabajo, Fernando Muruga, destacó que “las inspecciones tienen por objetivo la regularización de los trabajadores, la sanción es el medio que nos da la ley para lograr ese objetivo”. “El incremento de las inspecciones laborales ratifica el compromiso del gobierno de la provincia en la promoción del trabajo decente”, agregó.
“La fiscalización busca garantizar condiciones laborales adecuadas a cada espacio de trabajo que garanticen el respeto de los derechos de los trabajadores”, concluyó el funcionario.