El gobierno de Santa Fe detectó a través de un programa de fiscalización catastral más de 1,5 millón de metros cuadrados de inmuebles sin declarar al fisco en localidades del sur provincial, que van desde casas de fin de semana a viviendas particulares.
«En total se detectaron más de 21.301 casos con irregularidades y se lograron procesar, es decir incorporar a la base, unos 4.573 casos, lo cual significó una incorporación de la superficie edificada de cerca de 520 mil metros cuadrados», detalló el ministro de Economía santafesino, Ángel Sciara.
El funcionario presentó en Rosario, junto al administrador del Servicio de Catastro e Información Territorial (Scit), Horacio Palavecino; el secretario de Ingresos Públicos,
Sergio Beccari; y el subsecretario de Gobierno, Esteban Lenci, los resultados del programa de fiscalización catastral llamado «Juntos vamos a tomar medidas».
Según precisó, a través de la fiscalización por vía de fotografías satelitales y cruzando las bases de datos del Estado provincial con los municipios, se detectaron 1,5 millón de metros cuadrados de construcciones sin declarar en las localidades de Alcorta, Máximo Paz, San Lorenzo, Soldini, Coronel Bogado, Coronel Domínguez, Albarellos, Uranga, Arminda y Pueblo Muñoz.
«Mediante el programa de fiscalización, los beneficiarios en términos recaudatorios son los municipios y comunas, por un lado a través del impuesto inmobiliario provincial por el que reciben el 50 por ciento; y por otro porque les mejora la recaudación de inmuebles que no tenían registrados», sostuvo el ministro Sciara.
El titular de la cartera económica santafesina precisó que el programa de fiscalización de inmuebles o mejoras no declaradas «hoy abarca a 130 municipios y comunas de las 362 que integran la provincia».
«En la medida en la que los presidentes de comunas e intendentes acepten participar, nosotros vamos a seguir cubriendo la totalidad del territorio», continuó.
Palavecino, titular del Scit, dijo: «Con el uso de imágenes satelitales detectamos construcciones no declaradas que estaban fuera de tributación, entonces se las incorpora, se notifica a los propietarios, ellos dan su conformidad o alegan algunas modificaciones, y a partir de ese momento empiezan a estar disponibles para el impuesto inmobiliario y en algunos lugares para las tasas locales».
El funcionario destacó los casos de Soldini, en donde se detectó un 124 por ciento más de construcciones no declaradas respecto de las existentes; o de Alcorta donde se aumentó en un 118 por ciento la valuación fiscal imponible de los inmuebles urbanos.
En cuanto a las características de las construcciones, Palavecino indicó que «depende del perfil de la localidad» y agregó a modo de ejemplo: «Citamos el caso de Pueblo Esther, de casas quintas o residenciales, donde tuvimos un aumento del 181 por ciento más de lo que había».