Un joven de 22 años fue detenido durante la madrugada de ayer tras ser señalado por un policía como uno de los tres muchachos que lo enfrentaron a tiros anteanoche, cuando llegaba a su casa, ubicada en la zona oeste. El uniformado forma parte del grupo que investiga a la banda Los Monos, por lo que en un principio se sospechó que el enfrentamiento se debía a dicha pesquisa. Sin embargo, horas más tarde allegados al caso relativizaron esta hipótesis, en base a distintos relatos y a la mecánica del incidente, durante el cual el auto que manejaba el efectivo recibió un balazo en el capó. Es que si bien en una primera instancia se dijo que el plomo partió una de las armas que portaban los atacantes, luego se develó que había salido del arma reglamentaria del subcomisario. En el procedimiento que derivó en el arresto del sospechoso –quien negó la imputación en Tribunales–, se incautaron celulares, una pistola de aire comprimido, dinero en efectivo y un automóvil Chevrolet Corsa, en el que se presume se trasladaba el trío. Anoche, luego de prestar declaración ante el juez Luis María Caterina, el magistrado le dictó la falta de mérito y ordenó su liberación.
Según fuentes policiales, el operativo en el que se apresó al muchacho, identificado como Mauricio P., se hizo minutos antes de las 2 de ayer en una vivienda de Juan XXIII (ex Biedma) al 7100.
En el procedimiento, ordenado por el juez de Instrucción 3ª, Luis María Caterina, personal de la División Judicial incautó celulares, una pistola de aire comprimido, 30 mil pesos en efectivo junto al automóvil Chevrolet Corsa gris en el que se presume que circulaba el trío que anteanoche se enfrentó a los tiros con el policía en inmediaciones de Rouillón al 2500. El dominio del rodado coincide con el que había sido aportado por el uniformado que protagonizó el hecho.
“Estamos en plena etapa investigativa y en la causa rige el secreto de sumario. No podemos afirmar que este hecho esté directamente relacionado con el rol que desempeña el subcomisario en la División Judicial en la recolección de información sobre esta red de personas que está imputada de asociación ilícita para cometer delitos de diversa índole”, aclaró un portavoz, en relación con la pesquisa que lleva adelante desde hace más de nueve meses el juez Juan Carlos Vienna, quien hace unos días denunció amenazas con él y el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto.
“El vehículo en el que se trasladaba el uniformado, quien resultó ileso, pertenece a la División Judicial y no se secuestraron vainas servidas en el lugar del hecho”, remarcó el vocero.
En tanto, en la mañana de ayer, Mauricio P. fue conducido ante el juez de Instrucción de la 3ª Nominación, donde fue imputado de resistencia calificada a la autoridad y abuso de armas. “En su declaración indagatoria, el acusado negó su participación en los hechos que se le imputan y realizó un descargo (del cual no se brindaron detalles)”, agregaron voceros del caso, quienes aclararon que por el momento el muchacho seguirá detenido.
El enfrentamiento que tuvo como protagonista al subcomisario de 50 años que trabaja en la División Judicial de la Unidad Regional II –quien forma parte del grupo de policías amenazados en la causa que instruye Juan Carlos Vienna contra una banda acusada de asociación ilícita–, ocurrió anteanoche en inmediaciones de bulevar 27 de Febrero y Rouillón.
Según voceros del caso, todo comenzó cerca de las 19.45 cuando el uniformado llegaba a bordo de un Chevrolet Corsa gris (vehículo oficial) a su casa de la zona oeste. El policía advirtió que a 50 metros de su vivienda había un Corsa gris plomo estacionado con tres hombres en su interior que actuaban de forma sospechosa. “El subcomisario dio la vuelta a la manzana y se puso a la par para identificarlos. Fue en esas circunstancias en que el conductor del auto sospechoso aceleró, lo que derivó en una persecución por varias calles de la zona oeste”, describieron los pesquisas.
Según el relato del efectivo, en la esquina del bulevar 27 de Febrero y Rouillón, uno de los ocupantes del automóvil sacó un arma de fuego por la ventanilla y comenzó a disparar en su contra. El policía repelió la agresión, lo que ocasionó que uno de sus disparos fuera a parar en el capó del Corsa oficial, según constataron peritos y reprodujeron voceros judiciales.
La persecución continuó por varias cuadras, hasta que el uniformado los perdió de vista, aunque logró registrar el dominio del vehículo, indicaron los investigadores, para agregar que tras constatar la patente se realizó un allanamiento en la vivienda de su propietario, quien resultó ser el muchacho de 22 años apresado durante la madrugada.
En tanto, al cierre de esta edición, fuentes judiciales indicaron que el joven fue liberado por el juez Luis María Caterina. La decisión del magistrado se basó en los datos aportados por el joven, quien dio detalles de donde estuvo al momento de la balacera, los dichos de su novia (quien corroboró su versión), mensajes de los teléfonos celulares de ambos y testimonios de testigos del episodio. El juez Caterina dictó la falta de mérito para el joven y le concedió “el beneficio de la libertad provisional bajo promesa jurada”, apuntaron fuentes del caso.