Un albañil de 66 años condenado a prisión perpetua por matar a martillazos a su hermana y a su sobrina, quien a la vez era su pareja, en el interior de una vivienda de barrio Tablada a principios de 2003, fue detenido ayer por la mañana en la localidad de La Banda, Santiago del Estero.
La captura se produjo en el interior de la casa de un hijo del imputado y fue ordenada vía exhorto por la Justicia santafesina luego de que se comprobara que violaba la prisión domiciliaria con la que había sido beneficiado.
En 2003, Alberto Albarracín tenía 55 años, hacía trabajos albañilería, electricidad y era vendedor ambulante. Hacía años que convivía con su hermana Berta del Valle y la hija de ésta, Andrea Fernanda González en una casa de Ayacucho 3181.
Hacía casi un lustro que el hombre tenía una relación amorosa con Andrea, de 23 años, con quien tuvo dos hijas de 2 y 4 años. A principios de ese año, Alberto le recriminó a Andrea una infidelidad. La discusión subió de tono hasta que el hombre tomó del cuello a la muchacha y comenzó a golpearla con un martillo o un hierro. Los gritos de la joven alertaron a su madre, Berta, quien se enfrentó con su hermano para intentar salvarla.
“¡Asesino, mataste a mi hija!”, fueron las últimas palabras de la mujer de 51 años, quien murió en el lugar producto de los golpes. Tras asesinarlas, el albañil hizo un pozo al pie del limonero que había en el patio, envolvió los cuerpos en una sábana, los apiló y los tapó.
Desde ese día, conocidos y allegados a las mujeres comenzaron a preguntar al albañil por su ausencia. El hombre les respondía que lo habían abandonado, argumento que no convenció a ninguno de los habitantes del barrio.
El 7 de marzo de 2003 la Policía se presentó en la casa de Ayacucho 3100 luego de que los vecinos de Tablada alertaran de su preocupación por la desaparición de Berta y su hija.
El horror
En la inspección, los uniformados sintieron un olor nauseabundo en el patio que los llevó hasta la sombra de un limonero. Tras excavar metro y medio, los pesquisas se encontraron con los dos cuerpos apilados con vestigios de la sábana que los cubría por el avanzado estado de descomposición.
En 2005, la Cámara Penal confirmó la prisión perpetua para Alberto Albarracín acusado de doble homicidio agravado por el vínculo. Años después recibió la prisión domiciliaria en la casa de su hijo, en la localidad de La Banda, provincia de Santiago del Estero, de donde es oriundo.
Alberto Albarracín tiene ahora 66 años y disfrutó el beneficio hasta ayer por la mañana cuando personal de la Brigada de Investigaciones santiagueña lo detuvo en la vivienda de su hijo luego de que lo denunciaran por no cumplir con el arresto domiciliario, adelantó la agencia Dyn. la Justicia dispuso que el apresado quedara alojado en el penal de la Alcaidía santiagueña a la espera del traslado a la ciudad de Rosario.