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Detienen a policía por robo

Vestido con ropas oscuras y junto a otras cuatro personas, entre ellas dos mujeres, ingresó por la fuerza en una casa y, tras amenazar a la dueña de la vivienda y su familia, se alzó con dinero y otros elementos.

Un policía de 49 años que está en situación de disponibilidad y otras cuatro personas, entre ellos dos mujeres, fueron detenidos anteanoche en la ciudad de Capitán Bermúdez, por ingresar con intenciones de robo en la vivienda de una mujer. Según fuentes del caso, los hombres estaban vestidos de negro y al menos tenían gorras policiales y fueron hasta una casa ubicada en barrio Copello con una presunta orden de allanamiento. El agente estuvo involucrado en varios hechos delictivos y fue la última persona que vio con vida al agente Germán Galván, de 31 años, quien fue encontrado sin vida –con un disparo por la espalda– el miércoles 26 de mayo pasado a metros de la colectora este de avenida de Circunvalación y Santa Fe, en el barrio Belgrano.

El hecho se registró cerca de las 20.30 de anteayer en una vivienda ubicada en barrio Copello, al sur de Capitán Bermúdez, casi en el límite con Granadero Baigorria, cuando entre tres y cuatro personas vestidas con ropas negras y al menos dos con gorras de la Policía santafesina intentaron ingresar para realizar “un allanamiento”.

Voceros policiales indicaron que la dueña de casa, Luisa Adriana B., les pidió que mostraran la orden judicial, pero los presuntos efectivos dijeron que se la iban a dar cuando entraran. Al escuchar esto, la mujer, que estaba junto a su hija y también su nieta, cerró la puerta con llave y puso el pasador que tiene para mayor seguridad, pero los falsos policías tiraron la puerta e ingresaron por la fuerza.

Ya en el interior, comenzaron a pedirle a la mujer que les diera el dinero que guardaba, pero ante la negativa de la mujer uno de los hombres vestidos de negro le quebró un dedo, mientras otro puso una pistola en la cabeza de la niña que estaba de visita y dijo que la iba a matar si no les daban plata.

Luego, tomaron alrededor de 300 pesos que había en una cartera, un reproductor de DVD y otros elementos y se dieron a la fuga.

Instantes después la dueña de casa llamó a la comisaría 2ª de Capitán Bermúdez y al Comando Radioeléctrico y, unos minutos más tarde, el barrio se llenó de patrulleros.

Tras una rápida recorrida, los policías arrestaron a Fernando Rubén T., de 60 años; Rosa Raquel R., de 48, y a Oscar Andrés D., de 41, todos vestidos con ropas negras u oscuras (verde oliva y azul) y calzado negro, confiaron las fuentes.

Al requisarlos, los uniformados encontraron entre las ropas de Fernando 279 pesos en efectivo y una billetera de cuero marrón conteniendo papeles varios; a Rosa le incautaron una cartera que contenía un teléfono celular marca LG; un revólver marca Smith & Wesson calibre 32 con cinco cartuchos sin percutar y una gorra de tela en color negro con visera con la inscripción «Policía Pcia. de Santa Fe» en color dorado; y al llamado Oscar D., variada documentación.

Antes de ser detenidos, remarcaron fuentes del caso, arrojaron en el pasto varios elementos, que también fueron decomisados. Se trata de una escopeta recortada con la numeración limada; una pistola marca Gunter 66 calibre 22 con tres proyectiles sin percutar; un pistolón GMC con un cartucho sin percutar y una gorra de tela con color azul con visera con inscripción «Ferrocarril NCA Conductor» y otra en tela con visera en color negra sin inscripción.

Otros elementos (ocho cartuchos, dos teléfonos celulares marca Nokia) fueron encontrados en el interior de un auto Renault 9, al que le habían roto los cristales de todas las puertas.

En sede policial, los arrestados dijeron que había al menos una persona más, que se había dado a la fuga, algo que también había mencionado la víctima, al decir que habían entrado al menos tres hombres, por lo que personal policial salió a buscar al presunto cómplice.

Pasadas las 22, fue detenida una pareja que estaba a bordo de un Ford Fiesta. Uno de ellos resultó ser Luis Alberto G., de 49 años, conocido como Gato, un policía en situación de disponibilidad, quien estaba en compañía de Alejandra Carina R., de 38.

Fueron trasladados a la seccional 2ª, y cuando ingresaron fueron vistos por la víctima, quien no dudó en señalar al policía en disponibilidad, conocido como Gato, como uno de los autores del hecho.

Ante esto, el Juzgado de Instrucción 12ª de San Lorenzo ordenó que fuese detenido e incomunicado. Durante la madrugada fue trasladado al penal policial existente en la Jefatura de la Unidad Regional II, por orden del jefe de Policía de Provincia. Las dos mujeres quedaron alojadas en la Alcaidía de Mujeres de Rosario y los otros dos arrestados fueron alojados uno en la Jefatura de Policía de la Unidad Regional XVII y el restante en la comisaría 2ª de Capitán Bermúdez.

Las andanzas del Gato

El derrotero del policía Luis Alberto G., alias Gato, comenzó a fines del siglo pasado, en la ciudad bonaerense de Junín, donde fue investigado en el marco de una causa federal que evaluaba su participación en una banda de falsificadores de moneda a nivel internacional.

A fines de 2002 fue baleado durante un confuso hecho en el que, según declaró, salió en defensa de su concubina que había sido amenazada por su ex marido.

Un año después, el Gato apareció vinculado con otro oscuro suceso, cuando fue detenido junto con un cabo primero y un oficial de la subcomisaría 17ª de Ibarlucea, luego de que el trío fuera acusado por un financista de haberlo secuestrado en un bar de bulevar Oroño al 100.

Según los dichos del denunciante, mientras esperaba que se presentara un hombre con 22 mil dólares que iban a ser triplicados mediante falsificación, llegaron tres personas con credenciales del Ejército, quienes los llevaron hasta la subcomisaría 17ª, lo golpearon y lo mantuvieron secuestrado.

El 21 de septiembre de 2005 fue apresado en el mismo bar de bulevar Oroño junto con otros dos policías, acusado de extorsión por el dueño de una dietética. El joven, que vivía en Granadero Baigorria, denunció que los tres detenidos lo habían parado días atrás en la calle y le dijeron que tenía que salir como testigo en un procedimiento de drogas. Pero, tras llevarlo a una vivienda, lo amenazaron con un arma de fuego y le exigieron dinero a cambio de no fabricarle una causa por tráfico de estupefacientes.

El comerciante accedió, pero días más tarde fue visitado nuevamente por los policías, que le pidieron más dinero, el joven los denunció y los tres fueron capturados en el bar donde habían acordado reunirse con la víctima para la entrega del dinero.

El último hecho en el que quedó involucrado es el homicidio del agente Germán Rogelio Galván, de 31 años, quien fue encontrado asesinado de una bala por la espalda el miércoles 26 de mayo pasado a metros de la colectora este de avenida de Circunvalación y Santa Fe, en barrio Belgrano.

Galván, que estaba separado y trabajaba en la sección Seguridad Bancaria de la UR II, estaba en uso de licencia médica porque estaba afectado por una leucemia. Recibió un disparo por la espalda, que ingresó por el hemitórax derecho y quedó alojado en la base del cuello, sobre la clavícula izquierda, provocando una mortal hemorragia interna. Esa herida, según reveló la necropsia, fue ocasionada en otro lugar y luego fue llevado hasta la zona donde fue hallado.

Por el homicidio se realizaron varios allanamientos y se tomó declaración informativa a media docena de personas, entre ellas a Gato, quien luego se supo fue la última persona que lo vio con vida, pero luego quedó libre y el caso sigue sin esclarecerse.

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