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Detienen a sospechoso de tirotear iglesia

Este viernes fuerzas nacionales detuvieron a 16 personas sospechadas de integrar una red de narcomenudeo que está detrás del ataque a balazos que sufrió la capilla María Reina y las intimidaciones al párroco Núñez. Voceros de Fiscalía indicaron que sólo dos serán imputados por tenencia de armas

Un vasto operativo a cargo del personal de la Policía Federal orientado a desbaratar una organización criminal dedicada al narcomenudeo en barrio Larrea culminó con la detención de un joven de 25 años sospechado de tirotear en septiembre pasado la fachada de la iglesia María Reina y el colegio Paulo VI, agresión que tocó de cerca al cura Pablo Núñez, quien había denunciado en más de una oportunidad la violencia que sufre el vecindario. El implicado en los ataques fue detenido junto con otras 15 personas, dijeron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación. Además, la fuerza federal incautó marihuana prensada lista para la venta y armas de fuego. Por su parte, voceros de la Fiscalía indicaron que sólo dos de los detenidos serán imputados por tenencia de armas y no por las balaceras.

La madrugada del domingo 23 de septiembre dos hombres en moto atacaron a tiros la capilla y el colegio en barrio Larrea. El cura había denunciado el funcionamiento de un búnker de venta de drogas a la vuelta del establecimiento y por eso ya había sido amenazado. El violento hecho afectó el ingreso de la escuela Paulo VI y la parroquia María Reina ubicada enfrente, en México 1055 bis. Personas vinculadas con la venta de estupefacientes en la zona habían hecho llegar al cura amenazas de muerte si continuaba denunciándolos. Enseguida, al párroco le llegaron mensajes de apoyo y solidaridad, tanto nacionales como internacionales. “Me tocó a mí pero le podría haber pasado a otro. Lo que hice yo lo hacen muchos sacerdotes. No es un acto heroico, ni siquiera hice una denuncia explícita. Me hice eco de la realidad social”, se lamentó el religioso.

Núñez denunció la actividad narco y la capilla resultó baleada. Foto: Juan José García.

 

De acuerdo con voceros del caso, el caso quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Gravedad Institucional, integrada por Matías Edery, quien ordenó una serie de medidas al personal de la Policía Federal de la Delegación Rosario.

Fue en ese marco que luego de diferentes tareas investigativas que implicaron seguimientos y vigilancias, las fuerzas federales llegaron a determinar que el puesto de venta de estupefacientes de José Ingenieros al 7100 (denunciado por el cura Pablo Núñez) ya no funcionaba debido a que se encontraba con fuerte custodia del personal de Gendarmería y lograron determinar siete viviendas donde se alojaban los sospechosos del ataque, explicaron las fuentes de la cartera de Seguridad de la Nación.

Una vez sindicados los lugares, el fiscal Edery solicitó al juez Juan Andrés Donnola las siete órdenes de allanamientos que se llevaron adelante este viernes por la madrugada, poco después de un mes de la balacera. El personal de la Policía Federal, junto con la Dirección Nacional de Investigaciones y Prefectura, comandó los operativos que culminaron con la detención del principal sospechoso, un hombre de 25 años de edad, y otras 15 personas vinculadas con la investigación, según informaron voceros del Ministerio de Seguridad Nacional.

“A raíz de los sucedido, el Ministerio tomó intervención y comenzó a investigar para poner a los responsables ante la justicia. No vamos a permitir que los grupos violentos se manejen con impunidad, vamos a ir hasta las últimas consecuencias para erradicar la violencia y llevarle tranquilidad a la gente”, expresó en dicho comunicado la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Junto con los 16 detenidos se secuestraron: una pistola calibre 22, un revolver calibre 32, 37 municiones, un cargador 9 milímetros, 320 gramos de marihuana prensada, tres envoltorios de cocaína, dos balanzas de precisión, celulares, pendrives, tablets, computadoras y dinero en efectivo.

A su vez, el sospechoso de los ataques quedó investigado en la Justicia federal de integrar una banda criminal dedicada a la distribución, fraccionamiento, acopio y comercialización de drogas, indicaron los voceros federales.

A pesar de la información difundida por el Ministerio de Seguridad de la Nación, voceros de prensa del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que de los allanamientos de esta madrugada “sólo dos detenidos serán llevados a audiencia imputativa por tenencia ilegal de arma de fuego, a ninguno se los pudo vincular hasta el momento con el hecho contra la parroquia María Reina”.

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