Tres efectivos policiales que cumplían funciones en la ciudad de San Pedro de Jujuy fueron detenidos como acusados de haber intentado ocultar pruebas del femicidio de Mariela Zamora, asesinada a puñaladas el pasado fin de semana, informaron fuentes judiciales.
Se trata de un jefe de seccional 48ª y dos oficiales que fueron imputados de los delitos de “entorpecimiento funcional y abuso de autoridad”, e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, respectivamente.
Según las fuentes, los investigadores sospechan que el jefe de la seccional es familiar del detenido por el femicidio de Zamora, identificado como Pablo Ordóñez, de 41 años, ex pareja de la víctima.
La detención de este sospechoso se produjo a partir de las diligencias dispuestas por el fiscal de la causa, José Blanco, que incluyeron el análisis de distintas pruebas como celulares de la víctima y el acusado, y del cuchillo secuestrado en el expediente.
Las fuentes señalaron que al momento de encabezar las diligencias, el fiscal convocó a un primer oficial actuante, quien asistió junto a personal de Criminalística al lugar del hecho, para que entregara los celulares pero dijo no tenerlos ya que se los había dejado al oficial de relevo de la seccional 48ª.
Ante esta situación, Blanco convocó al segundo oficial para la entrega de los teléfonos móviles pero éste señaló que le dejaron los celulares sin decir a que causa correspondían, por lo que entregó los mismos al jefe de la comisaría.
Para la Fiscalía, ambos oficiales incumplieron todo el procedimiento de resguardo de pruebas y custodia de las mismas.
El miércoles por la tarde, ambos policías se dirigieron a la seccional para entrevistarse con el jefe de la misma, luego de haber sido citados por el fiscal junto a testigos y personal de Criminalística.
En esas circunstancias, los oficiales ingresaron a la oficina del jefe antes que éste y hallaron los teléfonos.
“La tenencia de los celulares resulta sospechosa, ya que no envió los equipos a la Fiscalía, por lo que la sospecha radica en que siendo familiar no debió intervenir y no debió tomar contacto con la evidencia que en ese contexto era manipulable”, explicó Télam un vocero de la pesquisa.
Las actuaciones fueron notificadas a la Policía de la provincia para el inicio de las actuaciones administrativas.
Zamora, de 40 años, fue atacada a puñaladas delante de sus hijos el sábado pasado en la ciudad jujeña de San Pedro y murió el domingo a la noche tras agonizar en un hospital de la capital provincial.
Por su parte, Ordóñez fue notificado este jueves de la imputación por “homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género (femicidio), y por consejo de su abogado defensor se abstuvo de declarar ante la justicia.