Un joven de 18 años quedó detenido anteayer en el oeste de la ciudad acusado de ser el autor del crimen de Wilfredo Molina, de 23, asesinado el martes pasado cuando estaba tomando una gaseosa con sus amigos y fue baleado por cuatro hombres a bordo de dos motos. En la balacera, también resultó herido un adolescente de 14 años. Según lo informado por fuentes policiales, el presunto autor del crimen quedó demorado junto con otros dos jóvenes durante un patrullaje del Comando Radioeléctrico en Rueda y Lima y, al comprobar que tenía un pedido de captura, quedó a disposición de la Justicia. Cuando asesinaron a Molina, testigos identificaron a los cuatro ocupantes de las motos y uno de ellos, de 17 años, quedó detenido ese mismo día. Otro de los acusados, que se encuentra prófugo, en diciembre firmó un juicio abreviado por amenazar a un testigo clave para la investigación del homicidio de Javier Barquilla.
Wilfredo Molina tenía 23 años y fue asesinado en la tarde del 29 de diciembre en pasaje 1112 al 3100, en Avellaneda Oeste. Alrededor de las 14, cuando la calle estaba colmada de vecinos sentados en la vereda que intentaban escapar del calor, aparecieron dos motos con cuatro tripulantes conocidos en el barrio. Allí, los que viajaban como acompañantes abrieron fuego. Wilfredo estaba con un grupo de amigos tomando una gaseosa a mitad de cuadra cuando fue alcanzado por un plomo en la cabeza. Dylan, un adolescente de 14 años que estaba con él, recibió dos disparos en el abdomen. Los dos chicos fueron llevados por un vecino al hospital Carrasco. Wilfredo murió poco después de ingresar, mientras que Dylan fue derivado al Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
Cuando los vecinos fueron entrevistados por investigadores para consultarles sobre la identidad de los tiradores, todos fueron muy precisos: en una moto iban Wilson y Cortongui; en la otra Muqueño y Wititi.
Poco después de la balacera, personal de Comando Radioeléctrico encontró a Wilson, que se llama Emanuel S. y tiene 17 años, en la esquina de Lima y Gaboto. Según voceros policiales, anteayer alrededor de las 18, durante otro patrullaje de rutina, uniformados demoraron a tres jóvenes que “pusieron resistencia a ser identificados” en Lima y Rueda. Uno de ellos era el apodado Muqueño, Martín Lucas G., de 18 años. El chico tenía un pedido de captura por el crimen de Wilfredo y quedó a disposición de la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro.
Wititi
Otro de los hombres que permanece prófugo es Gustavo Rodrigo B., conocido como Wititi. Tiene 20 años y en diciembre fue condenado en un juicio abreviado a tres años de prisión efectiva por amenazar a una testigo del homicidio de Javier Barquilla, ocurrido en febrero del año pasado en barrio Triángulo. En un primer momento, Wititi había sido vinculado con el asesinato –testigos lo ubicaron en la escena del crimen–, pero quedó desligado de la causa porque fiscal Ademar Bianchini no encontró pruebas suficientes como para acusarlo. Tras recuperar la libertad, allegados a Barquilla acusaron a Wititi y a su hermana por nuevas amenazas.
Por la muerte de Barquilla el cuñado de Wititi, Nelson Alexis A, conocido en las calles como Pandu, está detenido a la espera del juicio en su contra. Voceros relacionados con la investigación aseguraron que la tarea Bianchini no dio los resultados esperados y una de las posibilidades que se manejan es que Pandu también resuelva su situación legal mediante un juicio abreviado, en el cual podría negociar las condiciones de su pena. De todas maneras, la Fiscalía ya pidió 18 años de prisión para Pandu, acusado por vecinos de la zona sudoeste de liderar una gavilla dedicada a la comercialización de drogas y a la usurpación de viviendas con connivencia policial, en la audiencia preliminar de juicio.
Wilfredo Molina ya había sido el blanco de una balacera similar el 2 de diciembre de 2013, cuando tenía 21 años. Esa noche, junto con un grupo de amigos también tomaba una gaseosa, en el mismo lugar donde dos años después lo matarían, cuando fueron atacados por cuatro hombres a bordo de dos motos. Wilfredo resultó herido en la pierna, mientras que dos hermanos, Matías y Kevin A. fueron baleados, el primero en la pelvis y el menor en el muslo derecho y la pierna izquierda.
Un primo de Wilfredo, Rodrigo Molina, de 25 años, fue asesinado en la misma cuadra el 8 de junio pasado. De acuerdo con voceros del caso, los homicidas de los primos Molina pertenecen a la misma banda, cuyo liderazgo se adjudica al mencionado Pandu.