Un joven de 20 años sindicado como autor de un homicidio en ocasión de robo fue detenido anteayer en Ludueña sur. Por el caso ya hay un imputado.
Juan Aguirre vivía con Norma, su mujer, en una casa de Tucumán al 5300. Según contaron allegados a la pareja, todas las mañanas se despertaban un rato antes de las 5.30, desayunaban, se vestían y salían a la calle. Ella tomaba el colectivo en la esquina de Santa Fe y Larrea para ir a trabajar como empleada doméstica; y Juan, que se ganaba la vida como empleado de un cementerio, la acompañaba; porque en su barrio es muy común que asalten a la gente por la mañana.
El viernes 10 de junio, como todos los días, Norma y Juan salieron de su casa temprano. Caminaron por Tucumán unos metros hacia el oeste y doblaron para el sur en calle Larrea. Hicieron 100 metros, cruzaron Urquiza, transitaron media cuadra y, en la esquina de pasaje Pessan (Larrea al 500) se les aparecieron dos muchachos, que estaban escondidos detrás de un auto. Empuñando un arma, los jóvenes amedrentaron a la pareja y le exigieron el bolso a Norma, en el que llevaba unas pocas pertenencias para su jornada laboral. Ella obedeció, pero Juan no tuvo la misma actitud, e intentó defenderse con un machete que llevaba entre sus ropas.
El empleado del cementerio se abalanzó sobre sus contrincantes, intentando lastimarlos con su enorme cuchillo, pero la pelea fue despareja y no llegó ni a tocarlos. Uno los ladrones reaccionó rápido y le gatilló tres veces. Los dos primeros proyectiles no salieron, pero el tercero sí. La bala se incrustó en el cráneo del marido de Norma, que quedó tendido sobre el asfalto, justo en la mitad de la esquina de Larrea y Pessan. Para cuando la ayuda médica llegó al lugar del asalto, Juan Aguirre, de 46 años, ya estaba muerto. El esclarecimiento del hecho quedó a cargo del fiscal de Homicidios Dolosos Rafael Coria.
Días después del homicidio, Coria aseguró a El Ciudadano que contaba con datos certeros para identificar a los homicidas. Por informantes de calle, sabía que eran muchachos de la zona y que no tardarían en ser arrestados. En este marco, el 15 de junio pasado fue imputado en el Heca, bajo la figura de homicidio criminis causa, Walter Fabián C., un joven que había ingresado con una herida de bala en el abdomen un día después del asesinato, aunque no estaba claro cómo ni dónde había sido herido. Le dieron preventiva sin plazo.
Anteayer al mediodía, mientras patrullaba barrio Ludueña, un grupo de uniformados de la Policía de Acción Táctica detuvo a un muchacho que iba caminando por la calle, remolcando una motocicleta sin patente, en la esquina de Humberto Primo y Matienzo. Ni bien revisaron el vehículo, los policías constataron que tenía un pedido de secuestro, que había sido emitido el pasado sábado 9 desde la comisaría 12ª, que tiene jurisdicción en la zona. A su vez, cuando el joven les dio su nombre, determinaron que el muchacho, quien se identificó como Iván C., de 20 años, era el buscado por el homicidio de Larrea y pasaje Pessan. El sospechoso vive a 400 metros del lugar donde fue ultimado Juan Aguirre.