Tres policías de la División Judicial es de la Unidad Regional II fueron detenidos en la madrugada de ayer en el marco de la investigación por la evasión de Juan Domingo Argentino Ramírez, sindicado lugarteniente de la banda de los Monos, quien se esfumó de la Jefatura el 15 de enero pasado. Los agentes fueron indagados por la jueza de Instrucción de la 2ª Nominación, Alejandra Rodenas, quien también investiga una presunta extorsión a la familia de Ramírez.
Los oficiales detenidos, identificados como Raúl Ricardo P., Lucas Ismael V. y Germán A., pertenecen a la Brigada Operativa de dicha división y aparentemente se encontraban de guardia al momento de la huida. Dos de ellos fueron indagados por el delito de extorsión, mientras que al tercero se le suma además la imputación de facilitamiento doloso de la evasión, según indicaron fuentes judiciales.
Las mismas fuentes indicaron que las detenciones se produjeron en base a una denuncia radicada por Celeste R., esposa del evadido, y a distintos elementos que se desprenden de la investigación. La mujer afirmó que la misma noche en la que Ramírez fue detenido recibió un llamado telefónico por parte de un hombre que dijo ser policía y le pidió “dinero para dejarlo en libertad”.
Además de las indagatorias, están en marcha una serie de medidas solicitadas por el fiscal Esteban Franichevich, quien junto a la jueza Rodenas participa en la investigación del caso. Entre otras cosas, se trabaja para identificar al titular del celular del que provino la llamada a la esposa de Ramírez.
Cabe recordar que además de los tres oficiales detenidos ayer, también se encuentran presos Rubén Z. y Luciana H., los dos integrantes de la División Judicial, que custodiaban a Ramírez cuando se fugó. Rubén Z. fue pasado a disponibilidad mientras se desarrolle la investigación y se determinen las responsabilidades. Mientras que su compañera, quien dijo haberse retirado para ir al baño en el momento de la huida, podría recibir la libertad en los próximos días.
La fuga
Juan Domingo Argentino Ramírez es un hombre de 38 años que está sospechado en la megacausa que lleva adelante el juez Juan Carlos Vienna sobre la banda delictiva Los Monos. Ramírez está sindicado como uno de los lugartenientes del clan Cantero y como el autor material del crimen del adolescente Luciano Cáceres, ocurrido en abril del año pasado.
La noche del 14 de enero, personal de la Brigada Operativa de la División Judiciales patrullaba la zona sur de la ciudad cuando en inmediaciones de Roma al 600 bis, observó al sospechoso y procedió a su detención. Ramírez fue trasladado a la sede de dicha repartición, ubicada en el edificio de la Jefatura local, de Ovidio Lagos al 5200. De allí, y bajo sospechosas circunstancias, se fugó la mañana siguiente.
