El árbitro Martín Bustos, que estuvo con prisión preventiva hasta septiembre pasado luego de que se conocieran los casos de abusos a menores en las categorías inferiores de Independiente, volvió a ser detenido en la noche de este jueves, ahora en Rosario y por una denuncia del mismo tenor pero que tiene como víctimas a chicos de las inferiores de Newell’s. Los propios dirigentes del club del Parque fueron los que pusieron la grave reincidencia en conocimiento de la Justicia.
El árbitro se había contactado con los adolescentes mediante redes sociales. Ante el aviso, y con aval de la Justicia, policías se hicieron pasar por los chicos y le siguieron el juego hasta concretar un encuentro en Rosario. Ahí lo detuvieron.
El caso de la red de corrupción de menores que juegan en las inferiores de Independiente saltó a la luz el 21 de marzo de 2018. Bustos fue uno, entre varios, de los implicados. Ahora, lo detuvieron en Rosario por orden de la fiscal santafesina Carla Cerliani, de la Unidad Especial de Delitos Sexuales.
Bustos fue detenido el 24 de marzo, pero la Sala I de Lomas de Zamora ordenó liberarlo junto a otros implicados –Leonardo Cohen Arazi y Alberto Ponte–, el pasado 13 de septiembre.
El tribunal cambió la carátula para los tres: suprimió el delito de abuso sexual de menores y decidió que se los investigara sólo por promoción a la corrupción de menores.
Para la Sala I, hubo consentimiento por parte de los jóvenes, y como la pena mínima para esa clase de delito es de tres años, ordenó excarcelarlos.
Lo denunciaron los propios dirigentes rojinegros, tras aviso de los pibes
Bustos, de 36 años, volvió a ser aprehendido en la noche del jueves. Había pactado por redes sociales un encuentro con juveniles de Newell’s, que enseguida avisaron al Departamento de Psicología y a la dirigencia del club. Los directivos, de inmediato, pusieron en conocimiento del hecho a la Justicia.
La estrategia fue seguirle el juego al árbitro: policías de la PDI se hicieron pasar por uno de los chicos contactados, de 14 años, y continuaron la conversación virtual. Hasta que todo decantó en la propuesta de un encuentro cara a cara en Rosario con los jugadores, que viven en la pensión de la entidad rojinegra.
El procedimiento se realizó alrededor de las 17.50 en la zona de Santa Fe al 3200. Allí se montó un dispositivo especial. El comisario Ernesto Gaudenzio, de la División Operativa de la PDI, ratificó la estrategia utilizada y agregó que el árbitro se hacía pasar por masajista deportivo. bajo esa cobertura, contactaba a integrantes de las inferiores, buscaba ganarse su confianza y, una vez conseguido eso, proponía un encuentro intimo.
Luego del arresto, la fiscal Cerliani ordenó la requisa del Chevrolet Cruze en el que Bustos viajó a Rosario. La policía secuestró del interior del auto un teléfono celular y dos tablets. La funcionaria judicial resolvió que el árbitro permanezca detenido y le formó una causa por grooming.