El empresario Sergio Taselli fue detenido este martes en el marco de la “causa de los cuadernos” sobre las supuestas coimas en la obra pública.
En la provincia de Santa Fe, Taselli tiene presencia en la Usina Sorrento y cerró la Petroquímica Bermúdez y el molino harinero Bruning en San Jorge; pero además se quedó con algunas de las privatizaciones menemistas que terminaron invariablemente mal.
El ejecutivo, vinculado a la explotación del servicio de ferrocarriles, fue detenido luego de declarar ante el juez federal Claudio Bonadio.
Además de Taselli, ayer hubo novedades para otros empresarios: Néstor Otero, concesionario de la terminal de ómnibus de retiro se entregó a la Policía Federal; declaró Jorge “Corcho” Rodríguez; mientras que permanece prófugo el ex directivo de Yaciretá, Oscar Thomas.
El detenido Taselli tiene un largo historial de denuncias de evasión, concesiones fraudulentas y quiebre de empresas.
Usina Sorrento
Taselli compró la usina Sorrento de Rosario en 1993 y a partir de allí las denuncias sobre falta de inversión e incluso vaciamiento se hicieron moneda corriente. El gremio Luz y Fuerza realizó numerosas advertencias sobre el estado de abandono de la usina, que cada vez producía menos energía; incluso en 2015 advirtió que estaban desguazando la planta.
Luego de estar prácticamente paralizada, Taselli consiguió un socio para hacerla funcionar. En 2010 firmó un acuerdo con el grupo Albanesi, a quien le alquiló la usina por el término de 10 años, prorrogable a 7 años más. Armando Loson, titular del grupo Albanesi, también figura en la “causa de los cuadernos”.
Petroquímica Bermúdez
Taselli adquirió a fines de los 90 la ex Electrocolor, empresa que cerró durante las penurias de la década menemista, y la rebautizó como Petroquímica Bermúdez. Otra vez se repitió la misma mecánica, arreglando lo mínimo e indispensable de la planta de Capitán Bermúdez, retomó la producción hasta que la seguridad fue insostenible, con lo que clausuró la fábrica en 2013.
El detalle de este caso fue el accionar mafioso contra los trabajadores que resistían la quiebra. Mientras los obreros ocupaban la fábrica, un grupo de desconocidos incendió un sector de la empresa, vandalizó oficinas e incluso descargó una feroz balacera contra la industria.
Hoy la planta está abandonada y son recurrentes los informes que advierten del peligro ambiental que genera la falta de mantenimiento ya que quedaron químicos en los tanques, tubos y cañerías de la petroquímica.
Molino Bruning
El molino harinero Bruning es toda una institución en el interior de la provincia de Santa Fe, el establecimiento fue fundado en 1907 en la ciudad de San Jorge. La gestión Taselli, quien lo adquirió en 1998, llevó a una investigación de la Afip por evasión fiscal en 2004.
La Justicia Federal incluso ordenó allanamientos en San Jorge, Rosario y Tucumán: acusaba a la empresa de, mediante facturas truchas, inflar los gastos para pagar menos Ganancias y crear crédito fiscal a través de compras truchas para pagar menos IVA. El molino Bruning cerró en 2016 dejando a más de 23 empleados sin trabajo.
Otras privatizaciones
El ex presidente Carlos Menem privatizó Yacimientos Carboníferos Fiscales en 1994 y fue concesionado a Taselli. El empresario fue acusado de vaciar la empresa de Rio Turbio ya que no reinvirtió los 22.500.000 pesos/dólares que recibía del Estado en concepto de subsidios. Además, con la privatización se llevó un contrato para colocar la producción de carbón en la usina termoeléctrica de San Nicolás. Luego de innumerables irregularidades, que incluyó denuncias de que Taselli se llevaba maquinaria de Rio Turbio a otras de sus empresas, la empresa fue reestatizada en 2002. Dos años después, y como consecuencia del vaciamiento, hubo un fatal accidente en el que perdieron la vida 14 obreros.
También a fines de los 90 se quedó con las líneas de ferrocarril Roca, San Martín y Belgrano Sur. Otra vez el empresario beneficiado por el poder fue acusado de incumplir los contratos de explotación de las líneas ferroviarias. Luego de un episodio donde la gente descargó su bronca por el mal funcionamiento del tren, el ex presidente Néstor Kirchner rescindió los contratos en 2007. La Justicia llegó tarde, en 2011 lo procesó por el delito de “administración infiel agravado en perjuicio del Estado”.