Su nombre es Gonzalo Sánchez, pero durante la última dictadura cívico-militar, en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) lo conocían como Chispa u Omar. Es uno de los represores que participaron del secuestro del periodista y escritor Rodolfo Walsh en 1977 y desde 2005 se mantuvo prófugo hasta que este lunes fue detenido en el estado de Río de Janeiro, Brasil. Será extraditado a la Argentina, donde deberá enfrentar a la Justicia por crímenes de lesa humanidad cometidos en ese centro clandestino de detención y en los famosos vuelos de la muerte. Será el primer caso de extradición de un represor argentino bajo el gobierno de Jair Bolsonaro.
Sánchez tiene 69 años y fue detenido en la tarde de este lunes en Paraty, al sur del estado de Río de Janeiro. El juez que está a cargo de la megacausa Esma es Rodolfo Canicoba Corral, quien fue notificado de la aprehensión. A Sánchez le imputan más de 900 hechos dentro de ese centro clandestino de detención.
Entre esos casos se cuenta el de la desaparición forzada del periodista y escritor Rodolfo Walsh, el 25 de marzo de 1977. Fue un día después del primer aniversario del Golpe de Estado. Walsh echaba en buzones de la ciudad de Buenos Aires su famosa Carta Abierta a la Junta Militar, cuando el Grupo de Tareas 3.3 –que integraba Sánchez– lo emboscó, lo acribilló a balazos y, moribundo, lo llevó a la Esma.
Walsh fue un pionero de la no-ficción y entre sus obras destacan las novelas testimoniales «Operación Masacre» y «¿Quién mató a Rosendo?».
Hasta ahora, Sánchez había sido hábil para eludir detenciones. Declaró una única vez, en 1986, ante los tribunales militares. En 2003 se presentó ante la Justicia y nombró un defensor, Gonzalo Torres de Tolosa, condenado a perpetua en 2017. En 2005 la Justicia comenzó a buscarlo en forma activa, y en 2009 se ordenó su captura internacional. En 2013, durante el gobierno de Dilma Rousseff, la policía de Brasil lo detuvo en Angra Dos Reis, también en Río de Janeiro: estaba trabajando como arquitecto naval en un astillero. Pidió asilo político y se lo rechazaron, quedó detenido en prisión domiciliaria esperando el juicio de extradición, pero terminó por escaparse.
En diciembre de 2017, el Supremo Tribunal Federal de Brasil hizo lugar al pedido de extradición presentado por el gobierno argentino con base en un requerimiento emitido por el juez federal Sergio Torres en 2009, quien en ese momento estaba a cargo de la megacausa.
Tras la nueva captura y con la orden vigente, Sánchez –una de las primeras personas en quedar vinculada con los vuelos de la muerte– se convertirá en el primer represor argentino en ser extraditado durante el gobierno del ex capitán Jair Bolsonaro, quien además se ser un negador de la peligrosidad del coronavirus y desoír todas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, es un ferviente defensor de las dictaduras sudamericanas y, en la actualidad, se encuentra en medio de una guerra virtual contra el Supremo Tribunal Federal brasileño.