Ocho personas, familiares y allegados del narco ecuatoriano José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, fueron detenidas en la noche de este jueves en un barrio privado a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba. Al líder criminal le atribuyen ser el principal gestor de la ola de violencia que sufre Ecuador luego de que el 7 de enero se fugara de la cárcel de Guayaquil, y se sospechaba que podría intentar viajar a la Argentina para reunirse con su núcleo más cercano, de acuerdo a fuentes de la Policía Nacional ecuatoriana que le comunicaron la hipótesis a sus pares argentinos.
Según fuentes del Ministerio de Seguridad de Argentina, los familiares de Fito Macías, jefe de la organización criminal Los Choneros, llegaron al país el 5 de este mes, dos días antes de del escape de Fito. Se dirigieron directamente a Córdoba, donde alquilaron una casa en el exclusivo Country Valle del Golf, en la localidad de Malagueño, sobre la ruta 20 camino a Alta Gracia, en las afueras de la capital mediterránea.
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Según el diario La Voz, en un megaoperativo detuvieron, en Córdoba, Argentina, a familiares de Adolfo Macías, Alias Fito, cabecilla de Los Choneros. pic.twitter.com/u1jfOOjX2N— Ecuadorinmediato (@ecuainm_oficial) January 19, 2024
El director de Inteligencia Criminal de la policía de Córdoba, Alberto Bietti, señaló tras la detención que la información inicial fue que había personas ecuatorianas que habían alquilado hace poco y pagando en efectivo con dólares una casa de grandes dimensiones en el country al que ingresaron este jueves tropas de élite respaldadas por un helicóptero y efectivos de varias fuerzas que saturaron la zona. La Fuerza Policial Antinarcotráfico de la provincia estuvo a cargo de la investigación.
Fito, de 44 años, tiene una condena a 34 años de cárcel. Tras el escape, su banda Los Choneros desató una ola de crímenes en varias prisiones del Ecuador que incluyeron el asesinato de empleados del Servicio Penitenciario. Un grupo narco tomó un canal de televisión mientras transmitía en vivo y mantuvo amenazados durante varias horas a los periodistas. Y esta semana, sicarios asesinaron al fiscal César Suárez, que investigaba esa toma de rehenes en la emisora.
Fuentes oficiales identificaron a la esposa del capo narco como Mariela Peñarieta, de 48 años, y a los tres hijos como Michelle Macías Peñarieta, de 21, Ilse María Macías Peñarieta, de 12, y Lian Sejam Macías Peñarieta, de cuatro años.
Con ellos estaban en el country una emplea doméstica, Denny Yadira Laines Basurto, de 22 años, Javier Macías Alcivar, un sobrino de Fito, y Ángel Zambrano Chiquito, un amigo de la familia.
“La información de que la esposa y los hijos de Fito Macías estaban en la Argentina le llegó a detectives del Departamento de Inteligencia contra el Crimen Organizado de la PFA. Se actuó rápido para poder ubicarlos”, indicó una fuente judicial. El operativo en Valle del Golf fue con la colaboración del Ministerio Público Fiscal de Ecuador. La Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), que comanda el fiscal federal Diego Iglesias, encabezó las medidas para ubicar a los familiares junto a la Dirección de Análisis de la Información y Antiterrorismo de la Policía de Córdoba.
La Dirección Nacional de Migraciones, que depende del Ministerio del Interior, tomó intervención en el caso y decidió a expulsión del país de la esposa y los hijos de Fito Macías. Los ocho ciudadanos ecuatorianos viajaron la misma noche de este jueves en un avión que puso a disposición el Ministerio de Defensa hasta la Brigada Aérea de El Palomar. La voluntad de las autoridades argentinas es deportarlos en breve.
Fito se fugó de la cárcel de Guayaquil poco antes de que la Policía nacional de Ecuador tuviera previsto trasladarlo a un centro penitenciario de máxima seguridad. Más de 3.000 uniformados lo buscaron sin éxito en los tejados y hasta en las alcantarillas del penal. Las autoridades tardaron en reconocer la fuga.
Macías nació el 18 de noviembre de 1979 en San Pablo de Manta. En la misma provincia, Manabí, se encuentra otro pueblo llamado Chone, donde en la década de los 90 comenzó a hacerse notar la banda narco Los Choneros, que fue ganando terreno en las rutas internacionales del tráfico de drogas, especialmente en el tránsito de la cocaína procedente de Colombia hacia Centroamérica o Norteamérica. Así, tejió alianzas con los cárteles mexicanos de Sinaloa y del Clan del Golfo, que se considera el mayor exportador de cocaína del mundo, y con organizaciones balcánicas (albanesas), según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado.