Una mamá denunció a uniformados de la comisaría 5ª por esposar y detener a sus dos hijos de 15 y 10 años junto a su amigo por dos horas por tener un arma de juguete. El procedimiento se realizó sin notificación a los progenitores como tampoco a ningún organismo judicial como provincial para que intervenga en la situación de los niños. A raíz de esta situación, el defensor General, Gabriel Ganón presentó un habeas corpus preventivo. La audiencia se realizó anteayer y el juez Hernán Postma rechazó el habeas corpus pero determinó que la detención fue ilegal e instó al Ministerio Público de la Acusación a investigar la posible comisión de delitos de acción pública por parte del personal policial. Asimismo, ofició a la autoridad administrativa de la Unidad Regional II para que remita por escrito a la Defensa Pública, a la Fiscalía y al Colegio de Jueces Penales de la ciudad de Rosario el protocolo de actuación en caso de detención de menores de edad.
El pedido del magistrado surgió debido a que el representante de la Oficina de Habeas Corpus de la Unidad Regional II, Diego Vitali, expuso entre sus fundamentos la existencia de un protocolo de actuación en caso de detención de menores que debe ser de cumplimiento efectivo por parte de los efectivos policiales. Sin embargo, en dicha instancia ninguno de los agentes que intervinieron en el procedimiento pudieron dar explicaciones a las partes sobre como actuar ante este tipo de casos, describió en un comunicado el Servicio Público de la Defensa.
En sus argumentos, Postma dejó sin efecto la medida debido a que los chicos habían recuperado la libertad pero instó a los dos oficiales y al jefe de la comisaría 5ª de abstenerse a una nueva detención contra los menores de edad.
En su declaración, los oficiales sostuvieron que a través de las cámaras de monitoreo del 911 divisaron a tres chicos que estaban manipulando un arma de fuego en inmediaciones de los monoblocks de Ovidio Lagos al 2900. Al presentarse, los uniformados esposaron a los menores y, según aseguraron, como no tenían forma de contactar a los padres los trasladaron. Este testimonio se contradice con la versión brindada por los abogados del Servicio Público de la Defensa y con denuncia que realizó la madre de los menores en el Centro Territorial de Denuncia, quienes aclararon que una vecina estaba presente en el procedimiento y les avisó que conocía tanto a los menores como a los padres. Además, otra de las irregularidades que remarcaron los defensores fue que ni el juez de Menores, la Fiscalía como tampoco a la Secretaria de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia recibieron el aviso de la aprensión de menores no punibles.
La mamá de los chicos de 15 y 10 años denunció la detención ilegal el 14 de este mes en el Centro Territorial de Denuncia, ubicado en el Distrito Centro. En su exposición, la mujer describió que todo había ocurrido el 4 pasado cuando alrededor de las 15 su hijos fueron hasta la esquina de Ovidio Lagos y 27 de Febrero para esperar a que un compañero del mayor de los hermanos saliera de la escuela. El adolescente llegó con su mochila y los tres fueron hasta la canchita de fútbol que está dentro del complejo de departamentos donde viven en Ovidio Lagos al 2900. En el camino los chicos se encontraron una pistola de juguete a sebitas, jugaron un rato y la tiraron porque estaba rota. Continuaron con su trayecto por los monoblocks para llegar a la canchita. En ese momento, los tres amigos advirtieron que apareció una camioneta, dos patrulleros –uno del Comando y el otro perteneciente a la comisaría 5ª– y dos uniformados en moto. Según la denuncia de la mamá, uno de los policías preguntó al amigo de los hermanos, de 15 años, de donde había sacado la mochila. El chico le contestó que era suya y que tenía sus cosas mientras unos de los policías levantó el arma de juguete que había quedado en el suelo, la colocó en una bolsa de plástico y procedió a esposarlos. Los policías le preguntaron de dónde venían y a quien estaban “apretando”, se llevaron la mochila del adolescente de 15 años y lo llevaron a los tres hasta la comisaría 5ª, ubicada en Italia 2153. En la seccional les hicieron sacar los cordones de las zapatillas, la remera y los revisaron, procedimiento que no se permite en menores no punibles. Además, no le dieron aviso a ningún familiar u órgano administrativo competente. Al momento del ingreso al establecimiento policial, los niños fueron alojados en un sector no apto cuando este mecanismo está prohibido en caso de menores de edad. Los chicos fueron liberados cuando sus padres se hicieron presentes en la comisaría, describió el comunicado difundo por la Defensa Pública.